La rueda y la mariposa Una saga de Dan X Pinkie Pie

Capítulo 104: Pinkie vs. Secuestradores

La rueda y la mariposa
Una saga de Dan y Pinkie Pie
Parte 12 Dan contra las parejas
Capítulo 104 Pinkie contra los secuestradores

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Notas del autor: A continuación, hay una referencia a uno de mis otros fics en curso, All That Shimmers . Todos pueden agradecer a Wacky por inspirar un enfoque del Equipo Cuatro Estrellas para los gritos de Pinkie en esa parte y la parte que sigue.

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En un suburbio de Los Ángeles que solía ser tranquilo, Dan Mandel acariciaba a su gato mientras se apoyaba contra su coche y miraba hacia la calle, hacia una gran casa de adobe de dos pisos. Al otro lado del coche, Amber apoyaba los codos contra el techo del pequeño hatchback con expresión aburrida en el rostro. La luz brillaba a través de unas puertas dobles de vidrio que daban a un balcón justo encima del garaje de la casa, lo que prácticamente hacía señas al trío para que echara un vistazo al interior. Sin embargo, una perturbación inusual en este suburbio de Los Ángeles, por lo general tranquilo, les impidió acercarse, al tiempo que les aseguraba que la persona a la que pretendían salvar probablemente se encontraba bien  , al menos en su mayor parte.

Cualquiera que viera a Dan y a la mujer que estaba a su lado probablemente llegaría a la conclusión de que tramaban algo malo. Al ir vestidos con trajes negros iguales que prácticamente gritaban que eran  criminales, los dos parecían estar a punto de cometer un delito, o al menos a punto de ser filmados fingiendo cometer un delito para algún drama televisivo o anuncio publicitario que denunciara el acto de piratería en línea haciendo comparaciones con el robo de objetos tangibles.

Curiosamente, por ilegales que fueran las actividades que ambos estaban considerando perpetrar, sus únicos objetivos eran aquellos que ya habían cometido delitos probablemente superiores a los que habían planeado para la noche.  

A pesar de vestirse de una manera que seguramente ameritaría la atención de un vigilante vecinal o de la policía, este suburbio habitualmente tranquilo de Los Ángeles estaba mucho más distraído con algo más con lo que no estaba acostumbrado a lidiar.

“...OSOSOSOSOSOSOSOSOSOSOSOSOSOSOSRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHRRAAAAAAAAAAAAHAAAAAAAAAAAATATATATATAAAAAAAAAAAA…!”

Amber suspiró mientras se giraba hacia Dan y comenzaba a hablar: "¿Crees que los gritos de Pinkie son capaces de hacer explotar cabezas?"

“Posiblemente Martins”, dijo Dan en tono de broma. “Sobre todo las partes que suenan como cantos tiroleses”.

“...OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOWHEEEENIMCAAAAALLIIIINGYYYYYYYOOOOOOOOOOOOOOOOUOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHOOOOOOOOOOOOOOOOOHH ...

Dan hizo un gesto hacia la casa. “¡Allí está!”

Amber negó con la cabeza. “Supongo que debo darles algo de crédito a Jean y a la tripulación por aguantar esto durante tanto tiempo… A menos que de alguna manera se hayan desmayado…”

“...TEJÓN ...

Dan negó con la cabeza. —No, algo en los gritos de Pinkie parece hacer que no pueda desmayarse. —Se volvió hacia Amber y arqueó una ceja mientras señalaba su cabeza mientras giraba el dedo—. Se mete en tu cerebro y resuena, manteniéndote alerta mientras lentamente te vuelves loco. —Dan hizo una pausa y se dio la vuelta—. Ya sabes, como probablemente suena el infierno.

-Mientras tanto, o como 'mientras tanto' como lugares que existen más allá del tiempo y el espacio y también son otras dimensiones que pueden o no existir únicamente dentro de las cabezas de ponis convertidos en humanos que están lidiando con problemas demoníacos.-