La rueda y la mariposa Una saga de Dan X Pinkie Pie

Parte 15 Pinkamena vs. Dan*: Epílogo

La rueda y la mariposa: una saga de Dan y Pinkie Piepor Justice3442Parte 15 Pinkamena vs. Dan*: Epílogo

La rueda y la mariposa

Una saga de Dan y Pinkie Pie

Parte 15 Pinkamena contra Dan*

Epílogo

-oooooo-

Dan y Pinkie se acercaron al sedán azul mientras la luz del sol iluminaba lentamente el estacionamiento vacío, la pareja se apoyó uno contra el otro mientras una tarde de fatiga finalmente comenzaba a instalarse. Incluso los párpados del Sr. Mumbles estaban apenas abiertos mientras el gato se aferraba al hombro de Dan.

—Ugh … —gruñó Dan mientras él y Pinkie daban los últimos pasos hacia el coche—. ¡No puedo creer lo mucho que te afecta estar drogado todo  el día mientras cuelgas de unos grilletes! —Dan levantó una de sus manos sin fuerzas—. Lo único que me duele más que la cabeza son las muñecas…

“¿Crees que la pasaste  mal? ¡Yo era la que andaba corriendo día y noche!”, replicó Pinkie.

—Sí, pero tú siempre estás corriendo por ahí —dijo Dan con una sonrisa.

“¡No toda la noche!”

Dan se rió entre dientes. “Bien, ese es el momento que designas para agitarme de un lado a otro y apretarme hasta que me cueste respirar”.

Pinkie entrecerró los ojos y sonrió. "¡Oh, cállate, tú!"

—Pinkie… ¡Dan…!
La pareja levantó la vista mientras Wally corría hacia ellos, con la cara roja y vistiendo pantalones cortos y zapatillas de deporte.

—¡Huff ... Puff...  lo siento! —dijo Wally mientras corría hacia el coche. Se detuvo a unos metros de la pareja y se inclinó, colocando sus manos sobre sus muslos—. Yo... huff...  quería ayudar, y comencé ... puff ... a correr hacia aquí, pero entonces llegaron las nubes y...

Dan frunció el ceño. “Wally… ¿por qué llevas pantalones cortos de deporte… y no llevas camiseta?”

—¡Estoy tratando de explicarte eso! —dijo Wally, poniéndose de pie—. Verás, salgo a correr cuando hay luna llena, guiño, guiño ...

Dan levantó una ceja. “¿Acabas de decir 'guiño, guiño' en lugar de ganar de verdad? ¡Mmmmgh!” 

Dan se interrumpió al encontrar una mano delgada y con uñas esmaltadas sobre su boca.

—Lo importante es que intentaste ayudar —dijo Pinkie alegremente.

Dan le quitó suavemente la mano de la boca. “También te pediré que encuentres una camisa”, añadió Dan.

Pinkie se volvió hacia Dan. —¡Los cuerpos no son nada de lo que avergonzarse, Dan!

—Claro —respondió Dan—. Tu cuerpo y mi  cuerpo, pero...

—¡Dan, sé amable! Más vale tarde que nunca... —La cara de Pinkie se puso ligeramente roja—. Además, ya le grité un poco y puede  que haya insinuado que quería cortarlo en pedazos... —Le dio a Wally una sonrisa tímida—. Lo siento por eso...

—Está bien —dijo Wally con una pequeña sonrisa—. Me siento un poco mal considerando que todos los demás ayudaron.

Pinkie sonrió. “Bueno, hay algo  que puedes hacer para compensarnos”.

“¡SÍ! ¡PONTE UNA CAMISA!”

“¡DAN!” dijo Pinkie en tono de reproche.

—¿QUÉ? —protestó Dan.