La rueda y la mariposa Una saga de Dan X Pinkie Pie

Capítulo 73: Pinkie vs. Explicacion

Parte 10 Dan y Pinkie vs. Relación entre especies
Capítulo 73: Pinkie vs. Explicaciones

-oooooo-

 Dan cerró la puerta del apartamento y comenzó a caminar por el pasillo hacia las escaleras.

Bueno, todavía está un poco asustada...

Cualquiera podría ver eso...

…Quiero decir, si pudieran ver más allá de la parte donde ahora es un pony…

Hombre… ¿cómo voy a evitar estrangular a un cliente sin Pinkie cerca?

Incluso cuando está  pasando por un mal momento, ¡al menos está a mi lado!

¡Diablos, ni siquiera estoy seguro de cómo voy a evitar estrangular a mis propios empleados!

Dan continuó su corto paseo hacia la panadería.

Bueno, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas…

-oooooo-

Pinkie refunfuñó para sí misma mientras rodaba de un lado a otro debajo de las sábanas.

“¡ Grrrrrr! " Ella pateó las sábanas con frustración.

Intenté contar ovejas, contar ovejas eléctricas... Intenté pensar en lo aburrido que es el negro, pero sigo recordando lo fantástico que es el color rosa y lo fantástico que queda el negro junto a él.

Tal vez necesito pensar en algo que me tranquilice...

Como una hermosa y prístina cascada... agua que cae interminablemente sobre el borde hacia un río limpio y resplandeciente. ¡Un largo río que se curva y fluye por millas y millas! Sí, solo una corriente interminable de agua... galones y galones de agua fluyendo una y otra vez...

…Excelente…

Ahora  necesito ir al baño...

Pinkie suspiró, se quitó las sábanas y saltó de la cama. Se dirigió al baño y cerró la puerta con un casco.

Afortunadamente, los baños, aunque no estaban diseñados para su especie, seguían siendo bastante fáciles de usar.

Lo que no iba a ser divertido era volver a abrir la puerta. Normalmente las protuberancias no deberían haber sido un problema, pero había comenzado a notar que sus cascos parecían ser tan útiles como el extremo plano, duro e inoponible de un brazo en este mundo.

Después de lavar y secar sus cascos delanteros, Pinkie caminó hacia la puerta. Sus condes se dejaron caer alrededor de su cabeza mientras miraba el pomo con ojos muy abiertos y llorosos.

Bueno, esto va a ser asqueroso... pero funcionará...

Pinkie se levantó sobre sus patas traseras, se apoyó contra la puerta y colocó sus dientes alrededor del pomo. Inclinó la cabeza para girar el pomo y comenzó a retroceder, abriendo la puerta.

Pinkie volvió a bajar al suelo. “¡Bleh!” gritó, sacando la lengua. Miró un cajón debajo del fregadero y trotó hacia él. Enganchó la punta de un casco debajo del mango y logró sacar un poco el cajón.

Pinkie se levantó, se apoyó en la encimera del baño y metió la cabeza en el cajón abierto. Sacó una botella de pasta de dientes con la boca y la colocó sobre el mostrador. Miró un par de cepillos de dientes, uno rosa y el otro negro, que estaban en posición vertical fuera de una taza, inclinó la cabeza hacia adelante y agarró el rosa con los dientes.

Pinkie dejó el cepillo de dientes al lado de la pasta de dientes.

¡Excelente!

…¡¿Ahora cómo voy a hacer esto?!