La rueda y la mariposa Una saga de Dan X Pinkie Pie

Parte 14 Pinkie vs. NARF: Capítulo 122 Pinkie y Dan vs. Prueba de Matemáticas

La rueda y la mariposa: una saga de Dan y Pinkie Piepor Justice3442Parte 14 Pinkie vs. NARF: Capítulo 122 Pinkie y Dan vs. Prueba de Matemáticas

La rueda y la mariposa
Una saga de Dan y Pinkie Pie
Parte 14 Pinkie contra NARF
Capítulo 122 Pinkie y Dan contra el examen de matemáticas

-ooooooo-

Si intentaras imaginar cómo sonaría el infierno, podrías imaginar los gemidos de las personas que están siendo torturadas, el chasquido de los látigos contra la carne o incluso el cacareo de criaturas oscuras y retorcidas que se deleitan con el dolor que infligen. Sin embargo, otros podrían sugerir que el infierno es silencioso, incómodamente silencioso. Podrían añadir que es la espera a que se produzca algún ruido, un ruido que seguramente traerá dolor y sufrimiento, lo que realmente hace del infierno un lugar terrible. Podrían afirmar que es el silencio en la espera lo que es verdaderamente  doloroso. El no saber cuándo las cosas llegarán a un punto crítico.

Sin embargo, algunos otros podrían estar de acuerdo en que el infierno es, en efecto, silencioso, pero por razones completamente diferentes. No se trata de esperar a que se produzca un ruido, sino de reflexionar en silencio sobre nuestros propios pensamientos deshilachados mientras nos esforzamos por resolver el problema que tenemos ante nosotros. El problema muy real que tenemos ante nosotros y que implica números que técnicamente pueden no existir.

Muy bajo tierra, en la sede de la Asociación Nacional de Restaurantes de Los Ángeles, muchas personas dirían exactamente esto mientras dichas personas observaban exactamente ese problema.

Sin embargo, algunos podrían decir que no es el silencio, sino alguien que rompe  ese silencio mientras trabaja en un problema similar. Y pocas personas eran tan buenas rompiendo el silencio como las dos personas que trabajaban con una hoja de papel llena de preguntas que las colocaban en su propio infierno personal.

 —Pssst … —dijo Dan en voz baja desde su escritorio—. Pinkie, ¿qué te regalaron por el número 4?

Pinkie miró fijamente su examen con una mirada un tanto muerta. A pesar de haber trabajado en el examen solo por un corto tiempo, tenía bolsas debajo de los ojos como si hubiera perdido un día o dos de sueño.

—Dibujé una mariposa revoloteando alrededor de mi pregunta —dijo Pinkie en un tono tranquilo y monótono que sonaba casi derrotado—. Las mariposas son hermosas... Simplemente revolotean y no tienen preocupaciones... Oh, mn ...

—¡Sssshhhh ! —Amber hizo callar enojada desde el escritorio frente a Dan—. ¿Te importa ? ¡  Estoy tratando de recordar todas mis matemáticas de la universidad!

—¡Calla ! —le espetó Dan—. ¡No todos tenemos la suerte de tener un doctorado!

—¡El hecho de que tenga un doctorado en fisiología social no significa que sea una especie de genio de las matemáticas! —replicó Amber.

—¿Te importaría bajar la voz? —preguntó Wally desde el asiento a la izquierda de Amber—. ¡ Realmente me  cuesta concentrarme!

Amber volvió a concentrarse en su periódico en silencio, furiosa mientras miraba las preguntas que tenía frente a ella.

Dan gruñó con frustración y se giró hacia el otro lado. —Chris... ¿qué conseguiste...?

“No he hecho nada más que sollozar en silencio y escribir ‘¿Por qué? ¿Por qué?’  desde que empezamos”, respondió Chris.

Dan suspiró profundamente y levantó la mano. “¿Puedo cambiar de asiento con alguien?”, preguntó.

—¡No ! —respondió Melchior con severidad. Señaló a Dan con su dedo índice desgastado—. ¡Deberías haber pensado en tu asiento antes de  empezar si querías hacer trampa!