Capítulo 7.

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Ashlee.

Bajé de la moto observando el restaurante frente a mí, era una belleza de local que adornaba la calle. El restaurante se ubica en una esquina con una fachada de ladrillos rojos y grandes ventanales con vidrios polarizados. Una terraza con mesas de madera y sombrillas coloridas donde algunas personas conversaban disfrutando de la comida al aire libre. Un letrero grande y luminoso con el nombre "La Esquina del Sabor" cuelga sobre la entrada principal.

Noah aparcó la moto en el pequeñísimo estacionamiento donde podía ver montones de vehículos aparcados, seguramente comiendo disfrutando de lo que había dentro.

Noah sonrió caminando directamente hacia la entrada donde una mesera recibía a todos con una pequeña sonrisa.

—Bienvenido jefe. —saludó la chica—. Bienvenida. —me saludó también la chica.

—Hola Anita. —Noah le devolvió el saludo—. ¿Podrías traerle el menú a Ashlee? —preguntó mientras entraba en el local junto conmigo.

—Enseguida. —dijo la chica con un leve asentimiento.

El interior era refrescante, acogedor y elegante, ni mucho frío ni mucho calor, simplemente era casi perfecto. No había ruidos fuertes, solamente los murmullos de las personas que comían dentro.

Las paredes están decoradas con cuadros modernos y estanterías llenas de botellas de vino. El suelo de madera pulida refleja la luz de las lámparas colgantes que cuelgan del techo alto. Mesas elegantemente vestidas con manteles blancos y cajitas con servilletas le daba un porte agradable.

El olor a comida llenó mis fosas nasales provocando un pequeño respingo en mi estómago. Pude observar la gran variedad de comida que se preparaba aquí dentro, desde sándwiches, hamburguesas y pizza hasta platos más complejos.

Llegamos a una de las mesas más apartadas —y acogedoras— del salón. Noah apartó una silla para que le pudiera sentar y con la misma me empujó hacia adelante para estar más cómoda, él recorrió la mesa hasta sentarse justo frente a mí otra vez con esa sonrisa característica suya.

—Permiso —habló Anita—, acá les dejo el menú. —indicó colocando ambos menús en la mesa—. Volveré luego para tomar su orden. —dicho eso se marchó.

Me quedé mirándolo a él, esperando a que hiciera algo o no sé, pero simplemente ensanchó más su sonrisa.

—Tú pide lo que quieras, el menú lo sé de memoria.

Bajé la vista hasta la carta y la abrí. Juro que si estuviera bebiendo algo me habría atragantado con los precios, esto es carísimo.

Cerré enseguida la carta dejándola a un lado, no puedo pagar esto, el dinero no me alcanza. A mala suerte aún queda algo de dinero de lo que pude ir a recoger a casa de James pero no daba lo suficiente para comprar algo aquí.

—Ashlee, elige lo que quieras. —negué con la cabeza—. Va por mí, Ash. Solo quiero que al menos comas algo antes de la fiesta y no aceptaré un no por respuesta.

Volví a negar, no podía aprovecharme de él así.

—Si no lo eliges tú lo elegiré yo. —habló esta vez en un tono más serio y autoritario.

Suspiré dándome por vencida cerrando ambos ojos un segundo. Abrí la carta y leí todos los tipos de platos que había, apenas tenía hambre así que opté por algo más ligero para comer.

Le enseñé la carta con algo de disimulo y señalé un sándwich Berlín, es la combinación entre jamón, queso, vegetales y salsa. Era el único que estaba dispuesta a comer, los demás tenían carne y a mí no me gusta la carne.

Silencio del Corazón. - [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora