Luana:
—Eh—carraspeó él—Voy a...si
Y cuando él contestó y era el pizzero salió y solo podía preguntarme qué podría haber pasado si él pizzero no hubiese llegado.
Cuando la puerta de entrada se cerró anunciando que él se había ido a buscar la pizza volví a respirar.
Estaba aún apoyada en la pared, tenía el corazón acelerado, cuando fui al baño lo único que se me ocurrió que era lo mejor fue lavarme la cara con agua fría.
Me intentaba convencerme a mí misma que lo que estaba por pasar no pasó y simplemente dejarlo ir.
Aunque me costara mucho.
Aunque ese estrecho contacto me había dejado sin aliento.
Esas mariposas no tardaron en evaporarse, porque al confiar tanto en él me lo había creído y que había sido para protegerme y que no me rompieran el corazón,
Aunque viéndolo en retrospectiva, él solo estaba celoso.
Era solo un comportamiento tóxico que siempre ha tenido, pero que a mi me parecía tierno en su momento.
Es demasiado triste cuando ves a la persona que era tu favorita convertirse en la menos favorita.
Respecto al chico fui dejando de prestarle atención y desde ahí esa vieja sensación no la había tenido nunca más.
Hasta ahora.
—Me tengo que centrar—me dije a mi misma en el espejo.
Luego de irme de casa me había costado mucho aceptarme, en mi adolescencia era gorda, No tenía un cuerpo hegemónico, es más, era todo lo contrario al estándar
El espejo era mi peor enemigo, no me gustaba mirarme, es más lo detestaba.
¿Cómo un simple objeto podía provocar tanto dolor, tanto sufrimiento?
Y no solo eso.
Cómo podría quererme a sí misma cuando siempre tenía alrededor en mi clase o redes sociales chicas de su edad con la cintura pequeña y completamente esbeltas.
Era una cosa muy difícil para mí, y más cuando debía levantarme todos los días y decirme a mí misma que se aceptaba.
Hasta que mi mamá al ver la situación preocupante me llevó a danza.
Fue la primera vez que me sentí completamente cómoda, porque a decir verdad, el baile te despeja aunque el cuerpo se canse.
Y lo mejor de todo es que conseguí mejorar mi percepción sobre sí misma. Y encontré un lugar que me hace feliz.
Fue una de las primeras veces que nunca fingí, no se sentía insuficiente, gracias al baile me di cuenta que siempre puede dar más, aunque parezca imposible.
Ya no me sentía fea—aunque eso no cuente como un sentimiento—Es más se sentía poderosa.
Había entendido gracias al baile que la disciplina de levantarse todos los días aunque no sintiese ganas era lo mejor que podía hacer por sí misma.
Que por ella haría lo que fuera para estar bien.
Porque tenía valor.
Pero lo mejor de todo fue como cambió mi forma de ver la vida, y cómo la enfrentaba todos los días
Cuando la puerta se volvió a abrir, Intenté parecer normal, porque aunque Thomas tal vez haya mentido con ese chico...¿Qué me asegurara que no pasara lo mismo con Gastón?.
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Un novio por accidente
عاطفيةLuana piensa que tiene su futuro resuelto, ama bailar y esta contenta con la vida que lleva, pero por una decisión hace que su vida gire para siempre. Hace que deje todo lo que conoce y comience su nueva etapa en Buenos Aires, sola en su departam...