Los altos techos ofrecían un ambiente atrapante, la cúpula superior filtraba la luz por aperturas específicamente colocadas por los arquitectos que visualizaron el diseño del enorme salón; las estanterías de madera y metal se extendían por los dos niveles accesibles para el público general. ¿Cuántos libros yacían en la colección de la prestigiosa universidad de Arkham? ¿Cuántos conocimientos disponibles al alcance de cualquiera que quisiera ampliar sus mentes con nuevos saberes? Era imposible calcular el valor cultural y científico que tendría aquello que se extendía ante los dos jóvenes que recién habían entrado y quedaron sobrecogidos por lo acogedor que se veía el lugar.
La biblioteca pública de la Universidad de Miskatonic comenzó su construcción en el siglo XX y fue hace apenas una década que culminó la realización de tal obra; desde entonces la propia universidad se ha encargado de adquirir una mayor cantidad de libros, documentos y archivos que hasta el momento no podía permitirse debido a las limitaciones de la infraestructura académica; gracias a ella el enorme banco de información acumulada no ha parado de crecer, y por supuesto, la institución mantiene abierta sus puertas al público general para difundir esos conocimientos.
-“Este lugar es más grande de lo que esperaba Dipper.”
-“Si… Esto me toma desprevenido realmente, supongo que tendremos algún que otro problema a la hora de buscar algo específico.”
-“¿? No lo creo.”
-“¿A qué te refieres?”
La dama de dorados cabellos señaló entonces a un peculiar artefacto que había en un rincón, era como una alargada caja de metal con una pantalla y algunos botones; venía acompañado de varios semejantes que había extendido por aquel sitio. Ambos se acercaron para verlo de cerca, aunque el muchacho no tenía ni la menor idea de qué cosa era eso, realmente no se llevaba muy bien con las tecnologías de ese estilo.
-“Creo que no te entiendo Paz.”
-“He visto cosas como estas en Boston, son terminales que sirven como guía a los visitantes. Pueden ayudarnos a encontrar la zona en la que se encuentra aquello que estamos buscando.”
-“¿Qué ese no es el trabajo de los bibliotecarios o de las personas que se encargan de cuidar el lugar?”
-“Oh por favor, son otros tiempos, hoy en día casi todo funciona con tecnologías modernas.”
-“Si… Como siempre, las máquinas quitándoles el trabajo a las personas. ¿Por qué no me sorprende?”
-“¡Vamos! No seas un exagerado, las tecnologías simplemente nos ayudan facilitándonos la vida. Es cierto que hay veces que estas cosas se pasan de lo permisible, pero no todo es malo.”
-“Sabes que no confío en estas máquinas modernas. ¿No podemos preguntar a alguien?”
El chico se mantenía un poco distante con sus brazos cruzados mientras bajaba su mirada con dudas al respecto, sin embargo aquello provocó una pequeña risa burlona en su compañera de dorados cabellos.
-“¡Jajaja! Vaya gallina que eres. Esto no nos va a matar ni nada.”
-“Lo que me preocupa es que esta cosa tenga alguna especie de cámara escondida o algo así, que reconozca nuestros rostros y que descubran lo que estamos buscando por aquello que hemos buscado en ella.”
-“¡Jajaja! Eres demasiado paranoico. Además, si vamos a preguntar a un empleado de este lugar, que resulte ser miembro del culto o algo así… ¿No sería exactamente el mismo problema? De hecho diría que sería hasta más peligroso incluso.”
-“Tsk. Vale, vale. Tú ganas, busquemos en esa tonta máquina. Pero hazlo tú, no quiero ni siquiera tocarla.”
-“Estoy empezando a pensar como psicóloga, que tienes alguna especie de Tecnofobia.”
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Unidos en el Umbral
Mystery / ThrillerPacífica Noroeste, residente en Massachusetts, recibe una petición de su amiga Mabel Pines. Esto llevará a reencontrarse con el hermano de su amiga a quien conoció hace años cuando vivía en Gravity Fall. Sin embargo este reencuentro no es ni por aso...