Capítulo Diez.

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Cuando era pequeña detestaba ir a la escuela, prefería cortarme un dedo a despertar temprano. Casi diez años después, la situación seguía siendo la misma.

Recuerdo que Niall tuvo que despertarme con un cubo de agua fría en una ocasión. Mi madre aplaudió fervientemente su iniciativa, puesto que desde ese día procuré estar lista antes de que él pasara por mí en las mañanas.

Cuando conocí a Mags, todos mis hábitos y costumbres cambiaron para bien. La meditación y la buena alimentación que ella me inculcó causaron estragos en mí.

Odiaba la escuela porque conllevaba el tener que despertar temprano, pero, además de eso, la odiaba porque nadie pasaba de mí, cosa que empeoró en noveno grado. Era una don nadie.

Pero con la nueva Sarah figuradeinfarto, esa situación se revirtió radicalmente. Rápidamente aparecí en el radar de la mitad de los chicos de la escuela.

Mags y yo amábamos tener a todo un séquito de chicos tras nosotras, era genial tener un montón del cual elegir. Ellos eran para nosotras como unos pares de zapatos, simplemente nos calzábamos el adecuado según la ocasión.

El único que no se sentía feliz con mi pequeña reinvención, era Niall. Hasta llegamos a discutir por ello, puesto que él se sentía desplazado. Decía que me estaba volviendo como una de esas chicas tontas y superficiales.

Creo que nunca se dio cuenta de que todo lo que hacía, lo hacía por él.

Era irónico que él me tratara de superficial, siendo todas sus novias habían sido de esas Barbies de producción masiva con más tetas que cerebro. Cof, cof, Lily Stevens.

Traté de ser todo lo que él quería, pero terminé siendo todo aquello que él odiaba.

Supuse que a Niall le molestaba saber que yo podría llegar a ser una chica bonita y popular como el resto de sus amigas. Creo que a él le gustaba sentirse superior a mí, al menos en ese aspecto, y tenerme siempre a su lado de manera incondicional.

Ni volviéndome su tipo de chica logré llamar su atención.

-¡Espera!- volteo inmediatamente al escuchar la voz de Mags- ¡Horan, espera!

Niall suspira y se frota la cara con las manos. No ha logrado dormir nada anoche.

-Buen día, Margaret- murmura, puedo escuchar el cansancio en él.

Mags, que se acercó corriendo desde el otro lado del pasillo, aminora la marcha y camina a la misma velocidad que Niall.

Jadeando, le sonríe de manera forzosa.

-¿Vas a visitarla después de la escuela? Un grupo de chicos iremos a dejarle flores, o tal vez plantemos un pequeño rosal encima de su tumba...

Intrigada, le sigo el hilo a la conversación, caminando tras ellos.

-No lo sé, Mags. Lo más probable es que no lo haga...

-¡Pero debes ir, Niall!- protesta.

-Debo, pero no lo haré. No me siento capaz, ¿Sabes? Aún no estoy preparado.

Ella niega con la cabeza, sus gafas se deslizan por el puente de su nariz y ella se las acomoda.

-Si la situación fuera al revés, sabes que ella iría a verte. Todos los días, de hecho.

Niall sonríe, es una de esas sonrisas tristes que ha estado teniendo últimamente. Me rompe el corazón.

-Pero el que está aquí soy yo, no ella. Las cosas son como son, Margaret. No hay lugar para supuestos.

Mags se detiene y le entrega una de sus miradas de reproche.

-Deja de ser un maldito cobarde por una vez en tu vida y ve a visitarla, Niall Horan. No has ido a verla desde el funeral.

-Tampoco es como si ella pudiera apreciar el gesto. Sarah está muerta, aceptalo, Mags. Deja de ocultarte de la verdad.

Sus mejillas se ponen coloradas y le clava un dedo en el pecho.

-¡Eres el menos indicado para decirme esto! ¡No te atrevas a tratarme de débil porque no lo soy!- acentúa cada palabra con un golpe de su dedo- soy yo la que está al lado de su madre cada que puede, consolando a la pobre mujer que ha quedado sola. Y tú, ¿Qué haces además de revolcarte en tu miseria? No seas hipócrita, por Dios. El que no puede soportar la verdad, ¡Eres tú!

Intercambian un par de palabras más antes de alejarse molestos uno de otro, pero yo no los escucho. Trato de salir del instituto lo más rápido que puedo.

¿Cómo es posible que me haya olvidado de mamá?

Unfading; nh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora