Capítulo Cinco.

132 11 1
                                    

Nunca quieras a alguien más de lo que esa persona te quiera a tí, es un infierno.

Amo a Niall Horan desde los cuatro años, pero él a mí... él a mí no me ama.

Mi labio inferior tiembla, siento como si no fuera lo suficientemente importante para él.

Me sorprendo a mí misma poniéndome de pie, mi cuerpo tiembla tan fuerte que creo que podría caerme. Envuelvo los brazos a mí alrededor y marcho lentamente hasta mi casa, sólo tengo que rodear la manzana.

-¡Sarah!- su grito reverbera en mis oídos y se mezcla con la brisa. Sé que si me vuelvo y lo veo, romperé a llorar- ¡Sarah, espera!

En tres exhalaciones él está junto a mí, me pone una mano sobre el hombro y me voltea. Mis ojos están fijos es sus zapatos.

-Estoy yendo a casa, Niall- susurro, puesto que no creo poder mantener cierta firmeza en la voz- hace frío y ya te he esperado lo suficiente.

Lo oigo suspirar.

-Me odias, ¿A qué sí?- pone un dedo bajo mi barbilla y me obliga a alzar la vista, manteniéndola en él- lo siento, Sar. Tenía algo que hacer, y no creí que fueras capaz de esperarme tanto tiempo aquí- me frota los brazos con fuerza, con una mueca en los labios- Dios, estás helada.

Siento flaquear mi autocontrol. Inhalo. No voy a llorar, no frente a él, maldita sea. No se lo merece.

-Estoy aquí desde las siete y media...

-Debes de estar bromeando- dice incrédulo, cuando no le respondo me sujeta en un fuerte abrazo- mierda, perdóname. Es que Lily me invitó a ver una película en su casa y-

-¿Lily?

-Sí, mi novia, ¿Recuerdas?- mi corazón duele cuando lo dice- y cuando revisé mi celular hace una hora y encontré tu mensaje, bueno, pensé que ya no estarías aquí. Así que decidí terminarme la película e ir a tu casa luego.

-No me moví de aquí en todo este tiempo...

-Lo sé, y me siento como un completo idiota ahora mismo, Sar.

Niall, a quien amo desde hace doce años, a quien quiero más que a mi propia vida, pone a una película en primer lugar antes que a mí. Es casi cómico.

Me aparto de su abrazo y puedo sentirme estremecer. Mi mano tiembla cuando le doy una bofetada.

-Te detesto- digo y puedo escuchar el llanto en mi voz- te detesto más de lo que te imaginas.

Niall frunce el ceño, confuso ante mi arrebato. Él no sabe acerca de mi lucha interna, él no sabe que lo amo tanto que he llegado a odiarlo.

-Sarah, tampoco es para tanto...

-¡Cállate! Dios mío, no puedo escucharte hablar. Te detesto, Niall Horan. ¡Te detesto!

-¿Cuál demonios es tu problema, Crawford? Ya te pedí disculpas, maldita sea. ¿Qué más quieres de mí? ¿Acaso quieres que te bese los pies? ¡Estás exagerando!

Un sollozo escapa de mis labios y me odio por eso. Odio mostrarme débil ante él.

-Yo...

Niall se refriega el rostro con las manos y grita.

-¡Mierda!- me mira a los ojos y puedo ver el arrepentimiento en él- no sé lo que me pasa, no quise hablarte así.

Pero es más de lo que puedo soportar.

Niego con la cabeza y doy unos cuantos pasos hacia atrás antes de voltear y empezar a correr. Lo único que deseo es poner distancia entre nosotros dos.

Un ardor se extiende en mi pecho. Me es familiar, lo he estado sintiendo desde hace un tiempo. Es increíble como Niall puede romper mi corazón en mil pedazos una y otra vez.

La necesidad de alejarme es tan fuerte, que de manera casi inconsciente cruzo la calle.

-¡Sarah!

Oigo a Niall gritar, pero ya es tarde. Yo definitivamente no veo el camión, y él está muy lejos como para evitar el impacto.

Unfading; nh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora