Capítulo Tres.

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-Díselo.

-Pero...

-¡Díselo, Sarah!

Mags me observa fijamente, frunciendo el ceño de manera amedrentadora. Pequeñas arrugas se acentúan a un lado de sus ojos cuando me entrega una mueca de desaprobación.

Empiezo a jugar con mi sándwich de pavo, reduciendo el pan a migajas. Agradezco cualquier tipo de actividad que me impida mirar a Mags a los ojos.

Sorbo por la nariz y un pequeño sollozo escapa de mis labios.

Niall está a dos mesas de distancia, acariciando el cuello de Lily Stevens con la punta de su nariz. Son oficialmente novios desde hace dos días.

-Jamás creí- la voz se me quiebra y me aclaro la garganta, tratando de estabilizarme emocionalmente antes de continuar hablando. -jamás creí que podría llegar a doler tanto. Estuve tratando de prepararme para esto, sabía que llegaría, que era cuestión de tiempo... pero no puedo soportarlo, Mags.

Junto las migajas de pan en un pequeño montoncito. No puedo ocultar el temblor de mis manos.

-¿Cómo podrías evitar el dolor, Sarah? Es del amor de tu vida del que estamos hablando. Sé que has querido a Niall desde siempre, y comprendo totalmente la razón de que estés hecha mierda ahora mismo- ella suspira- pero no puedo soportar verte así. Tienes la solución al alcance de la mano, y no te das cuenta...

-Me pides que hable con él, pero, ¿Con qué ánimos lo hago siendo que sé perfectamente que él no me quiere? Si realmente lo hiciera, me lo hubiera hecho saber desde hace tiempo.

-No puedes esperar a que él se encargue de todo, arriesgate tú también. Ve y dile lo que sientes.

Niego con la cabeza.

-No, sería una pérdida de tiempo. Si Niall realmente me quisiera como a algo más que a una hermana, me lo haría saber. Él no es del tipo que calla sus sentimientos.

Oigo las risitas de Lily Stevens por encima del griterío de la cafetería, y no puedo evitar encogerme en mi asiento. Cuando se le unen las inconfundibles risotadas de Niall, un dolor sordo atraviesa mi pecho. Por alguna extraña y retorcida razón, esa perra lo hace feliz.

Mags se pone de pie, bandeja en mano, y me entrega una mirada de lástima por encima de sus gafas.

-Lo que hagas a partir de aquí, Sarah, dependerá exclusivamente de ti. Piensa bien en lo que harás.

La veo alejarse entre las mesas, dándole una mirada de reproche a Niall al pasar a su lado. Él no se da cuenta, está muy ocupado tonteando con Lily Stevens.

Trato de sacarme esa imagen de la cabeza, y cuando quiero tomar mi sándwich para darle un mordisco, me encuentro sólo con un montón de papilla y migajas.

Suelto un bufido.

-Menuda suerte la mía- susurro con los ojos clavados en la mesa.

Sin pensarlo demasiado, me decido a enviarle un texto a Niall.

¿Nos vemos en la plaza de la esquina de casa, como a eso de las ocho?

Sarah xx

Lo medito un poco y borro las equis al costado de mi nombre. Envío el mensaje y me pongo de pie, dirigiendo una última mirada a la mesa de Niall antes de marcharme.

Duele.

Unfading; nh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora