Mi nombre es Sarah Crawford, tengo dieciséis años, el pelo de un dudoso color entre rubio y pelirrojo, y estoy enamorada de mi mejor amigo. No, olvida eso, estoy enamorada del chico más ardiente de toda la escuela secundaria, quién me ve sólo como a su hermanita menor. Triste, lo sé.
Me ha gustado Niall Horan desde el día en el que lo conocí en jardín de infantes, su glorioso cabello castaño había sido más que una tentación para mis pequeñas manos cubiertas de pintura, deseosas de agregar detalles realistas a su obra maestra. Oh, vamos. La maestra había dicho que podíamos utilizar todos los materiales que se encontraran en el salón, ¿Cómo iba yo a saber que Niall no estaba incluido en el paquete?
El punto es que, luego de enzarzanos en una brutal contienda de lloriqueo histérico, nos volvimos inseparables. Creo que, más que nada, se debía a que ambos compartíamos una secreta aversión por Lily Stevens, la exasperante niña de cabello rubio que nos robaba el almuerzo a todos los niños del salón. Ugh, Lily Stevens.
Y es por eso que ahora me siento tan histérica.
-¡¿Lily Stevens, en serio?! ¡Esa chica tiene más tetas que cerebro!
Mi amiga, Mags, pone los ojos en blanco y se deja caer en el asiento libre a mi lado.
-Buenos días a tí también, Sarah. Por lo que veo, te has enterado de la última conquista de tu Niall, que Dios se apiade de nosotros por ello- dice con voz monótona mientras se acomoda las gafas en el puente de la nariz.
Suelto un bufido que retumba por todo el salón.
-¡Claro que me he enterado! ¡El muy idiota me llamó anoche a las tres de la mañana para hablarme del sueño que tuvo acerca de sus tetas! ¿Es que acaso no sabe él que es mío?
Obviamente, ni en un millón de años me atrevería a referirme a Niall de una manera que indicara cierto grado de posesión si es que alguien andara cerca. Es por eso que aprovecho las raras ocasiones en las que mis compañeros de clase olvidan que el horario de entrada es a las siete, y deciden retrasarse de forma masiva. Gracias, chicos, los amo.
Mags vuelve a poner los ojos en blanco.
-Claramente, jamás lo sabrá si tú no se lo dices- exclama de manera irónica, dibujando garabatos en la última página de su cuaderno- no sé por qué no te le declaras. Después de todo, ¿Qué es lo peor que puede pasar, aparte de que te rechace?
Me estremezco ante la sola mención de la palabra "rechazo".
-Podría alejarse, podría decidir que no quiere verse involucrado en alguna situación incómoda, y que la mejor solución es mudarse de país y cambiarse el nombre...
-¿Y dejar de ser tu amigo?
-¡Peor aún, dejar de ser mi amigo!
Mags suspira y niega con la cabeza.
-No tienes remedio...
-Oh, por supuesto que lo tengo. Se llama Niall Horan y piensa que me veo adorable con faldas cortas, ¡Imagínate! No quiero que mis piernas se vean adorables, ¡Quiero que se vean sexys!
-Mi corazón sangra por ti, Sarah.
Simulo un sollozo.
-Gracias por solidarizarte con la causa.
La conversación mengua a medida que la gente va llegando, cesando totalmente cuando vemos entrar al profesor.
-Mira el lado bueno, Sarita- me susurra Mags en medio de la clase- Lily Stevens podría estar besandolo frente a tus ojos.
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Unfading; nh.
FanficNiall y Sarah se han amado desde el primer día, cuando se conocieron en el jardín de infantes. Pero la magnitud de sus sentimientos no tienen nada que ver el uno con el otro. Sarah está enamorada. Niall la quiere como a una hermana. Sarah no se ha a...