PARTE X

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Finalmente, llegamos a La Push

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Finalmente, llegamos a La Push. El aire era fresco y salado, con el aroma del océano cercano. Nos detuvimos frente a una pequeña casa de madera, modesta pero acogedora. Jacob estaba esperando en la entrada, su figura alta y musculosa destacando en la penumbra del amanecer.

- ¡Llegaron! - exclamó, caminando hacia el coche con una sonrisa amplia. - Me alegra verlos a todos. - Su mirada se suavizó al verme. - Dayan, ¿cómo estás?

- Hola, Jake - le sonreí, tratando de relajarme un poco. - Estoy bien, aunque todo esto es un poco... repentino.

- Lo sé, pero mira el lado bueno, estrenarás la playa. - asintió, poniendo una mano en mi hombro. Dirigió su mirada a Garrett y Kate, sonriendo levemente, y empezó a caminar conmigo por los alrededores hasta que llegamos a la casa.

Entramos y nos instalamos rápidamente. Jake nos guió a una habitación donde podríamos descansar un poco antes de que llegaran los demás. La casa estaba decorada con sencillez, pero tenía un aire acogedor y familiar que ayudó a calmar mis nervios.

Después de dos horas, el sonido de un coche acercándose nos alertó. Salí al porche justo a tiempo para ver a Bella, Edward y Renesmee bajar del coche. Corrí hacia ellos, sintiendo un alivio inmediato al ver sus rostros familiares.

- ¡Nessie! - exclamé, abrazándola con fuerza. - Me alegra tanto verte.

- Dayan - respondió con una sonrisa. Bella y Edward se acercaron, saludándome con calidez. Había una tensión subyacente en sus miradas, pero sólo se marcharon al interior para instalarse en la habitación que quedaba.

- Vale... - estaba incomoda pero con ellos me sentía mejor, sabia que algo no andaba bien si estaban tan tensos, pero no quería preguntar, al menos por ahora. - ¡Jake! - él me miró y asentimos a la vez. - ¿Listo? 

- Siempre. - miré a Renesmee y ambas asentimos, y una vez que nos preparamos, corrimos por los alrededores, seguidos de un Jake en forma lobuna. 

Las olas rompían suavemente en la orilla, creando un ambiente sereno que contrastaba con la agitación que habían dejado atrás. Ambas chicas se movían ágilmente por la arena, disfrutando del aire fresco y del sonido del mar, mientras conversaban de cosas ajenas a lo que pasaba.

Jacob observó desde cerca, su mirada atenta mientras las dos chicas conversaban. Se sentía agradecido de poder brindarles un poco de tranquilidad en medio de la tormenta que se avecinaba.  Más allá, en la casa, Bella y Edward discutían en voz baja con Garrett y Kate. 

- Necesitamos estar un paso adelante de Aro. - murmuró Edward, mirando por la ventana hacia el horizonte. - No sabemos cuándo vendrán, pero tenemos que estar preparados. Bella asintió, su expresión seria pero decidida. 

Kate se acercó a la ventana y los tres compartieron un momento de silencio, cada uno perdido en sus pensamientos mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte. La tensión en el ambiente era palpable, mientras en la línea telefónica se encontraba esperando Alice, atenta a cualquier cosa.

DAYAN DENALIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora