╰•★「06」

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Era un día tranquilo, uno muy calmado para Duxo, quien abría sus ojos lentamente mientras abrazaba una almohada. Sin embargo, en cuestión de segundos, sus ojos se abrieron de par en par, con una mirada intensa y preocupada.

Dos simples cosas lo mantenían en vilo: la primera, que estaba a punto de faltar a clases por cuarta o tercera vez consecutiva, lo cual lo alteraba profundamente. Se sentó en la cama, mirando fijamente un punto en la pared, tratando de calmarse y decidir qué hacer.

Y la segunda. . . bueno, al tocar su cara, se dio cuenta de que no llevaba sus lentes. Tampoco tenía pupilentes. Ya se imaginarán cómo estaba. Sentía un vacío en el rostro, como si le faltara una parte esencial de sí misma. Esto puede resultar en una experiencia incómoda o difícil, especialmente si depende de ellos.

Mientras su mente hacía lo suyo, sobrepensar.

─── Mierda . . ., me pondrán falta . . . y. . . Y-Y SEGURAMENTE LLAMARAN A MI MADRE Y───toco su rostro───MIERDA Y MIS LENTES, AY, NO, NO, NO.

Aquino interrumpió la crisis de Duxo. Al ver sus ojos, el castaño no pudo evitar ponerse nervioso. Esos ojos, Dios, lo tenían mal, hace mucho no lo veía sin pupilentes. 

Pero dejando de lado sus propios sentimientos, al verlo en ese estado, decidió que lo mejor sería hablarle desde la puerta, de una manera calmada. Sin embargo, no podía quitar sus ojos de los ojos de Duxo, aunque al ojilila no le agradara.

───¿De qué hablas, Duxin? Hoy no hay clases, es domingo, jejeje

───¿Hoy es DOMINGO? ¿¡Y por qué mierda no me dijiste!?

───Primero cálmate y puessss . . . ¿No te sabes los días de la semana o que? 

───¿¡Mejor callate, como quieres que me calme?!

───Bueno, ¿vienes a desayunar? , el desayuno ya está listo solo venía a avisarte, te estare esperando.───Mostrandole una gran sonrisa antes de irse.

Al irse Aquino, Duxo se tapó la cara con la almohada que tenía al costado y volvió a sus tontos pensamientos. Sin embargo, esta vez estaban enfocados en el castaño. Sus pensamientos revoloteaban entre la confusión.

───Eso es raro, esto es raro, yo soy raro, todo esto es raro, nada tiene sentido. . . ¿Por qué es así? En serio, que es medio rarito, como carajos se ve tan tranquilo . . .ahg . . .Da igual.

Antes de bajar las escaleras para ir al comedor, buscó y buscó sus lentes oscuros para no sentirse incómodo.

 Al estar a mitad de las escaleras, vio una hermosa escena; Aquino ayudando a su madre, quien lo regañaba por hacerlo mal. De cierto modo, le causó gracia, y soltó una pequeña sonrisa. Pero esa sonrisa se le borró al instante.







«★»----------( En el comedor )----------«★»





˜"*°•.Mi Maldición; Ojos lilas𓂀.•°*"˜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora