˜"*°•.Mi Maldición; Ojos lilas𓂀.•°*"˜

╰•★「09」

"La semana continuó como de costumbre. . .

Después de mi ultima conversación con Duxo, pasó mucho más tiempo con ese tal "Locochon"

En el transcurso de la semana intenté hablar con él de nuevo, pero siempre me respondía con una que otra excusa como; "No tengo tiempo, luego hablamos" "Ahorita no tengo tiempo" "Quizás más tarde". . .

Después de rogarle una y otra vez, después de que me rechazara y ver que no cooperaba, decidí ya no insistir más. Si él quiere seguir evitándome, ¡dos podemos jugar el mismo juego!"

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→→→∙: En clase :∙←←←

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───Bueno, chicos, antes de comenzar la clase, agrúpense en parejas de dos───dijo el profesor antes de dirigirse al almacén para sacar el material necesario para comenzar la clase de Educación Física.

───Ey Duxo, es tu oportunidad para arreglar las cosas con con con. . . ¿Cómo se llamaba?───dijo el híbrido con una risa nerviosa.

───Aquino, así se llama . . . Pero, ¿y tú con quién vas?

───Por eso no te preocupes. Anda, dile. Mientras voy al baño───dijo, dándole un pequeño empujón───¡Cómo crecen!─── Añadió en tono dramático antes de retirarse.

Duxo, no muy lejos, se dirigía hacia Aquino, pero vio cómo éste ya había hecho pareja con alguien más. En ese momento, sintió una punzada en el corazón. Era algo tan tonto, ¿cómo podía sentir eso? Solo había elegido a alguien más. . . Después de todo, Aquino parecía evitarlo, tal como él lo hacía. Desde hacía días, Duxo lo saludaba y Aquino pasaba de largo, lo mismo ocurría en el recreo. Quería buscar a Aquino para pasar tiempo con él, pero al parecer este estaba siempre con sus otros amigos.

Y ahora, había elegido a alguien más en educación física. ¿Qué más podía salir mal?

───¡CUIDADO!

───¡AHH! ¡¿Qué les pasa, idiotas?! ¡No se fijan o qué!───dijo Duxo, algo frustrado, pues todo lo que tenia en la cabeza no era facil de procesar.

Primero, Aquino lo ignoraba a toda costa. Segundo, le caía un pelotazo en la nuca. ¿Y luego qué?

Los rumores y susurros no tardaron en llegar: "¿¡Esos son los ojos de Duxo?!", "¿Sus ojos no eran marrones?", "Quiere llamar la atención poniéndose pupilentes ", "¿Esos son sus ojos de verdad?" , si es así, son algo raros. . .", "Si yo tuviera los ojos asi tambien utilizaria lentes oscuros".

Duxo, anonadado, pudo escuchar algunos de estos susurros ya que ni se esforzaban por ser discretos en lo que decían , se tocó lentamente el rostro para comprobar que, efectivamente, sus lentes habían caído con el golpe. Qué buena suerte tenía, justo cuando no tenía dinero para adquirir unos nuevos pupilentes.

───Mis lentes. . . n-no otra vez. . .

───Se te cayó esto. . .───dijo el chico que le había tirado el pelotazo, con una clara expresión de no arrepentimiento. Era el mismo que le llevaba unos dos años y lo molestaba en la primaria. Pero luego hablaremos de él.