El Hilo Que Nos Une • Kuroo Tetsuro

Cap 4: Corazón roto

Narrador:

Kuroo llegó a su cuarto respirando pesadamente, al parecer aquella noticia de que había encontrado a su alma gemela lo había colocado un poco más nervioso de lo normal.

Nunca se había imaginado de que iba a encontrar a su alma gemela y menos tan rápido, se sentía feliz pero a la vez se sentía un poco raro con la noticia.

Se sentó en su cama respirando ya más calmado, desde que llegó el “rayo de luz” la canción que escucho todos sus dias y noches fue: Again • Noah Cyrus

Le gustaba la canción, no sabía pero sentía que lo describía a el perfectamente y también a la persona que tenía en mente pero nunca se imaginó que fuera ella, nunca se imagino que Bo-ram una compañera de estudio fuera su alma gemela, nunca había entablado conversación con ella y tampoco la conocía tan bien, pero como siempre se dice a veces las personas pueden llegar de repente.

Ella se le confesó diciendole que también escuchaba la misma canción, o algo parecido a lo que recordaba, ya que tenía lagunas de recuerdos en su mente.

“Me gustas Kuroo-senpai, creo que somos almas gemelas... Escucho la misma canción”

“¿Que?”

“La escucho, creo que no deberías salir con nadie más que yo, es raro que salgas con alguien que no es tu alma gemela”

El asintió como un tonto a las indicaciones que le daba aquella joven pelinegra, está sonrió grandemente por lo facil que habia sido obligar de una o que otra manera a Kuroo de dejar de salir con la otra chica.

Todavía seguía pensando en las indicaciones que ella misma le había dado y no le parecía tan extraño realmente, el la había oído a ella cantar la misma canción mientras estaban en clases, le parecía extraño pero luego se acordo de las canciones que cada uno escuchaba, así que la idea de que ella pudiera ser su alma gemela no era tan descabellada.

•

Camino lentamente mientras salía del gimnasio #3 para irse hacia el comedor cuando sintió como alguien choco con el con rapidez.

— Mm... Lo siento — Murmuró mientras miraba su celular en vez de al chico.

— Te creería tus disculpas si me miraras a los ojos — Ella brinco del susto recordando la voz gruesa y profunda del chico que una vez le rompió el corazón en mil pesados.

“Te amaría acaso sabiendo que no eres más que solo la sombra de tu hermano”

Alzó su mirada encontrándose con los oscuros ojos del pelinegro que reconocía desde kilómetros de distancia, no sabía que el estaría ahí en ese lugar, no quería encontrarselo después de lo que le hizo, sintió como su corazón empezó a latir con rapidez bajo la mirada intangible de el.

— Lo siento — Confesó de nuevo, no podía apartar sus ojos de los de el, es como si el que desviará la mirada primero perdiera en esa competencia tonta que empezaron de la nada.

Dio dos pasos atras dejando de mirarlo para seguir su camino ahora con más rapidez.

Kuroo sentía como todo su ser se revolvía, todavía la recordaba, se había vuelto más hermosa eso lo notaba perfectamente pero sabía que ella era.

Ella se estaba alejando cuando sintió como una mano tomo parte de su antebrazo con rapidez y fuerza.

— ¿Mei? — Pregunto Kuroo tratando de enfocarse en el rostro de la chica, mirando sus ojos, sus labios, sus mejillas, quería verla de nuevo.

— Lo siento, estoy apurada — Alejo la mano del chico bruscamente mientras caminaba más rápido aún pero el chico parecía no darse cuenta de que ella no quería entablar ninguna conversación con el y volvió a tomar el brazo de ella con más fuerza colocandola enfrente de el.

— ¿Mei? ¿Eres tú cierto? Te reconozco así estés a kilómetros de mi — ella quería vomitar, los recuerdos volvían a su mente con rapidez, sintiendo la pesada penumbra de la depresión. — ¿Es que acaso no me reconoces? —

Se acercó a ella aún más mirándola con arrepentimiento pero a la vez con una leve esperanza de que ella le dijera que si.

— Si...— Murmuró suavemente, a él le brillaron los ojos por un momento pero al segundo cambiaron a ser de miedo cuando vio como una presencia se acercaba con rapidez tomando la mano de la chica alejándola de el.

—Te necesito pequeña, ve al gimnasio — ella asintió mirando a su hermano agradecida por sacarla de ese momento tan surreal pero a la vez tan vergonzoso.

Le dió una corta mirada al pelinegro al frente y se alejo de ahí con rapidez dejando a Oikawa junto con Kuroo.

Oikawa tenía la misma mirada que tenía cuando miraba como Tobio-chan se trataba de acercaba o miraba de más a su hermana.

— Creo que ya la cagaste una vez... No te vuelvas a acercar a mi hermana, no la quiero ver sufrir por un idiota que solo juega con sus sentimientos —

Y con esto se alejo rápidamente de ahí para dejar a un Kuroo entre confundido, apenado y avergonzado.

~

Los momentos que pasas con las personas se vuelven cada vez más pesados y tristes, aunque no quieras acercarte a alguien esa persona llegará, y no te podrás alejar tan fácil.

Kuroo sabía perfectamente cuando dejó que Mei entrara a su corazón como si este fuera una pequeña casita que se abrió con lentitud y con amor hacia ella, el sabía lo mucho que le afectaría cuándo se fuera porque el sabía bastante bien que no eran almas gemelas, al parecer ella no le decía a nadie que canción escuchaba y el era muy tonto como para confesar sus sentimientos que aunque no fueran recíprocos daría todo por cuidar de ellos.

El pensaba que ella solo lo odiaría por no escuchar la misma canción que el, eso era un problema que se volvió más grande aún por los comentarios que le daban las personas cercanas sobre que no debía salir con nadie más que no fuera su alma gemela, y aunque estuviera muy flechado por Mei no quería romperle el corazón.

Y a pesar de todo...

Lo hizo.

Le rompió el corazón, y no había día y noche que no se culpara por eso, porque aunque no fueran almas gemelas sabía lo duro que era sobrevivir con un corazón roto.

Hey hey hey, ¿Cómo están?

Espero que muy bien, espero también que les esté gustando la historia que me está agradando mucho escribir, prometo subir más capítulos diarios.

Adiós adiós!!!