Mei:
La situación se me había salido un “poquito” de las manos.
Se suponía que cuando iba a llegar al campamento junto con Toto e Iwa estaría junto a ellos y encontraría a mi alma gemela.
Pero... Todo se salió de control, llegó Kuroo desde hace mucho tiempo y volvió a cambiar mi vida como lo hizo en el pasado, estar con el era como estar en casa, como estar en un lugar en el que te sientes capaz de ser tu misma, y con el podía ser yo misma.
Camine para olvidar los pensamientos que tenía, algunos sobre si no debía hacer esto porque sabía que con Kuroo las cosas nunca estaban aseguradas, si, el era una muy buena persona además de muy guapo, pero la sola idea de que no eramos almas gemelas carcomía en mi interior, porque aunque nos hayamos besado, hayamos sido amigos en el pasado y aunque hayamos tenido una relación en nuestras vidas pasadas (termino mal) eso no aseguraba nada.
No eramos almas gemelas, y en cualquier momento llegaría su alma gemela y llegaría la mía, o algo así.
— ¡Mei! — Una voz masculina me llamo, me gire encontrándome con Kyotani, tenía su rostro serio pero sus ojos demostraban calidez.
— Hey... — El hizo un ademán para que siguiera caminando junto con el. — ¿Que haces aquí?
Lo mire esperando una respuesta que se demoraba en llegar, tenía su mirada perdida en el suelo de los pasillos de la concentración, solo nos quedaba una semana más y tendríamos que volver, volver a la misma rutina.
— Te estaba buscando — Murmuró, lo mire de nuevo, ahora sí me miraba así que asentí para que siguiera hablando — Quiero hablar contigo.
Asentí un poco confundida, no parecía ser el mismo, desde que lo conocí en uno de los entrenos de Toto cuando le estaba llevando su bento me pareció adorable, en serio, la forma en la que quería esforzarse y aún que sea hablar un poco me daban ternura, entonces decidí que quería que fuera mi amigo, y lo es, pero en ese momento no se estaba comportando como siempre, el era reservado y callado con los demas, conmigo no lo era, hablaba y daba opiniones cada que yo se lo pedía, no entendía por que estaba así.
— claro... No me asustes Ken... — el nego con una leve sonrisa parando su caminar cuando vio un muro donde podíamos ver el paisaje, se veía casi todo muy sombrío, muchos árboles rodeando la concentración, mucha oscuridad, lo único que podía iluminar era la luz de la luna llena. — ¿Está todo bien? — lo mire, su perfil me parecía muy bonito, era un chico serio pero interesante — ¿Te paso algo?
El nego con una sonrisa.
— Sabes... Desde que te conocí me pareciste intensa —
— ¡Oye! — Le di un leve golpe con mi hombro en su brazo, el rio girandose para mirarme.
— Pero aún intensa y todo eres mi mejor amiga y te agradezco por serlo, se que suelo ser callado y nunca decirte lo que siento pero... Estoy feliz por ti, aunque también estoy preocupado, me preocupa que en algún momento vuelvas a estar mal como en ese entonces que no querías ni ir a visitar a tu hermano entrenar, ni mi a mi. —
Quería llorar, de verdad quería llorar, hice un puchero que el notó y nego dándose una face palm.
Me lance hacia el dándole un abrazo, el rio aceptandolo.
— ¡Eres adorable Ken! — el frunció su ceño pareciendo realmente tenebroso para cualquiera que lo viera pero ya estaba acostumbrada a su mirada indignada. — No me mires así ¡Boke!
— No lo hago Boke, solo lo digo porque no quiero que ese tal Kuroo te rompa el corazón, confio en ti y en que harás las cosas bien — asentí separándome de el.
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El Hilo Que Nos Une • Kuroo Tetsuro
RomanceEn un mundo en el cual todos tienen un alma gemela. Todas las personas llegan a conocer a su persona especial, unos con distintas metas y sueños pero aún así almas gemelas... La forma en la que se conocen es por medio de una canción, canción que es...