Mei:
"Eres muy bella... Tienes una sonrisa cautivadora casi tan hermosa como si estuviera viendo la misma luna llena"
"¿En serio?"
"En serio Mei, eres la dueña de mi corazón y mis deseos"
Aquellos sueños habían vuelto y ahora con más frecuencia si desde antes ya le era difícil dormir ahora lo era más por esos recuerdos que no la dejaban en paz ni en sus momentos de descanso.
Mei se aproximó a arreglarse ya que estando en el campamento los demás también también necesitarían tiempo para hacer sus cosas.
Salió de su habitación rápidamente viendo cómo un azabache salía también con un balón de voleibol caminando hacia el gimnasio más cercano el #2.
Ella lo siguió intrigada, si bien sabía el no era el favorito de su hermano, no lo conocía personalmente solo lo había visto en fotos pero sabía de lo genio e inteligente que el era.
El abrió lentamente el gimnasio entrando en el para así empezar a hacer saques, unos potentes saques que resonaban por todo el lugar.
Ella también entro, la curiosidad era más fuerte en ese momento, quería saber que tan bueno era el chico.
En el momento en el que entro una ráfaga de aire se paso por todo su rostro y cuerpo, fue como si hubiera sentido lo mismo que sintió en el momento en el que vio el rayo de luz, había hecho un saque poderoso, un saque potente y lleno de fuerza y tecnica, se entretuvo viendo lo genial que se veía el sacando, veía como su cuerpo se movia con total ligereza y tranquilidad, como si lo que estuviera haciendo ya lo hubiera hecho miles de veces.
El joven por fin se percató de la chica en la puerta, ella se asustó cuando sintió la fría mirada de el que pasó a ser una avergonzada, ni siquiera se hubiera imaginado que la hermana de Oikawa estuviera ahí viendolo.
Ella camino lentamente hacia el como calculando cada reacción para no asustar al chico.
— ¿Eres Kageyama Tobio? — Pregunto ya cerca de el, pudo ver cómo tenía sus mejillas levemente sonrojadas y sus ojos azules la veían con total atención, sin duda alguna ese chico era guapísimo. El asintió no muy convencido de hacerlo.
— S-si... Soy Kageyama Tobio — Ella sonrió haciendo que el chico se tapara su rostro avergonzado.
— Oh... Lo siento, no me he presentado aún, mi nombre es Oikawa Mei, te conozco Tobio-kun — el se sorprendió bajando sus manos con lentitud — Eres rival de mi hermano, ¿No es así?
El asintió, no quería creer que ella solo estaba ahí para averiguar información sobre el, no la conocía a fin de cuentas.
— Supongo que ya se por que eres su rival — el enarco una ceja — Eres muy bueno Tobio-kun, y eso que solo ví tus saques, no me imagino en un partido.
El se sorprendió por lo dicho pero agradeció con una leve sonrisa que casi nadie la conocía.
— Me alegra saber eso de usted Mei-senpai — Ella rio sentándose, el también imitó la acción haciéndose a su lado.
— Oh por favor, me haces sentir vieja — el rio — No te conocía pero Tooru habla mucho sobre ti y lo mucho que quería vencerte, supongo que ya lo se, eres muy bueno.
— Gracias Mei-senpai — ella sonrió mirándolo — ¿Puedo saber que hace aquí? — ella asintió mirando de nuevo al frente.
— No pude dormir muy bien, sali y te seguí, me pude dar cuenta de lo genial que eres — Alzó su dedo pulgar haciendo reir al chico que nunca se habia imaginado reír al lado de una chica y menos al lado de la hermana de Oikawa.
— Gracias Mei-senpai — ella asintió sonriendo.
— ¿Te puedo hacer una pregunta, Tobio-kun? — el asintió mirándola — ¿ya conoces a tu alma gemela?
El se sorprendió mientras se sonrojaba tapando su rostro entre sus rodillas.
— Mm creo saber quién es pero... No sé si sienta lo mismo que yo, además de que no es permitido. — Ella asintió mirándolo, más o menos se imaginaba quien era el chico, si... chico, del que tanto había oído.
— Supongo que es Hinata Shoyo — el la miro asustado — ¿No es así?
El se giro mirando a la nada mientras asentía, el sabía muy bien que no sabría si sería aceptado por sus padres lo mismo para Hinata, eran chicos eso no cambiaría.
— Sabes Tobio — el la miro — No creo que debas preocuparte por si son chicos, la verdad es que si amas a alguien y esa persona está predestinada a ti es porque así debe ser, nunca en la vida dejes ir a un amor que te hace bien, que te hace feliz y amado, nunca olvides eso.
El asintió un poco más confiado en el tema que estaba tomando la conversación.
— Y usted Mei-senpai, ¿Ya encontró a su alma gemela? — Ella sonrió con tristeza mirándolo, Kageyama era un chico muy inteligente si de tratar de decifrar a alguien se trataba.
La pregunta quedó en el aire, ninguno de los dos omitieron más palabra o sonido, el queriendo escucharla y ella no queriendo escucharse a si misma, aquella pregunta era tan normal para cualquier persona pero para ella era difícil, se encontraba en un mundo en el cual te juzgaban si no encontrabas a tu alma gemela durante un tiempo establecido, ella omite palabra, no le gustaba que la juzgaran solo por no encontrar a su alma gemela.
Se supone que es una persona que llega a ti en el momento que menos te lo esperas, es el hilo del destino y nadie podía forzarlo a que se encuentren rápido o no.
Todo debía ser a su debido tiempo y eso lo sabía ella, luchaba con los comentarios que le dejaban sus ‘amigas’ sobre que siendo hermana de Oikawa debería de encontrar rápido su alma gemela.
¿Es que acaso por ser hermana de Oikawa Tooru encontraría a su alma gemela?
¿Es que acaso ella no es ella misma, Mei, solo Oikawa Mei?
Suspiro mirando a la puerta, extrañamente esa puerta de ese gimnasio le recordaban a unos momentos vividos en sus sueños.
La hacia querer vomitar.
Giro su mirada de nuevo al chico a su lado que esperaba pacientemente a que respondiera o que no lo hiciera, si bien le gustaba la compañía de alguien más que no fueran sus compañeros de equipo, y aunque fuera la hermana de Oikawa eso no cambiaba nada.
— Sabes Tobio creo que cada persona tiene a su hilo, supongo que todos tenemos un pequeño hilo aquí — con sus dedos tomo la muñeca del chico — Ese hilo nos une a nuestra otra mitad a nuestra persona, a nuestra canción especial. Supongo que nadie sabe que pasaría si no encuentras a tu alma gemela, yo tampoco lo quiero saber pero si tengo la oportunidad de ayudarte a que te confieses a el, lo haré, no creo que haya tiempo para que llegue alguien, aunque como dicen las personas es mejor no perder la esperanza — Sonrió mirando a Kageyama que la miraba sorprendido — Vamos Tobio, no todos tenemos a nuestra alma gemela tam cerca, vamos, te ayudaré a que llegues a el.
Y aunque le parecía loca y descabellada la idea de ser ayudado por la hermana de Oikawa, no podía estar más feliz por eso.
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El Hilo Que Nos Une • Kuroo Tetsuro
RomanceEn un mundo en el cual todos tienen un alma gemela. Todas las personas llegan a conocer a su persona especial, unos con distintas metas y sueños pero aún así almas gemelas... La forma en la que se conocen es por medio de una canción, canción que es...