Narrador:
Un juego que para unos puede ser tonto, para ellos dos era casi como la perdición para irse al infierno o al cielo si eso sentían.
Retrocedamos unas horas antes de que todo se saliera de control.
Mei se encontraba junto a Bokuto al parecer ese día era el que tenían libre y sería para que ella lo ayudara al chico a confesarse, había conseguido unas cosas para arreglar el lugar y junto con la ayuda de Tendo todo quedó perfecto.
Solo faltaba la presencia de los dos chicos.
Bokuto se encontraba más nervioso que cuando iba a realizar un examen de matemáticas y eso que cuando lo hace lo hace con una paciencia.
Pero en ese momento sus manos sudaban y todo su cuerpo temblaba.
No sabía si iba a durar mucho sin desmayarse, el sabía cómo era Akaashi, pero la manera en la que el lo veía lo hacía soñar con algo mas.
— ¿Estará bien? — Tendo pregunto mientras miraba como Bokuto se acercaba al lugar junto a Akaashi.
— Lo estará, si el lo rechaza lo superará, todos debemos de superar en algún momento un corazón roto... Pero, estoy segura de que los dos son almas gemelas, la forma en la que se miran y quieren sonreír para el otro es casi inexplicable — Ella misma sonrió recordando a un chico pelinegro, ese chico acabaría con su corazón de pollo, Tendo la miro mientras acariciaba el cabello de ella, se encontraban en una parte del gimnasio #3 para poder ver lo que pasara.
Habían hecho una especie de picni, Bokuto había dicho que eso le gustaba a Akaashi así que lo hicieron, ese era el momento perfecto para que todo saliera bien entre ellos.
Akaashi carraspeó llamando la atención del chico peliblanco que lo miro nervioso.
— ¿Hiciste esto tú Bokuto-san? — Bokuto asintió con una leve risita que le pareció super tierna a Akaashi pero que lo supo evitar rápidamente — Es muy agradable, lo necesitaba gracias.
Bokuto sonrió y fue la sonrisa más bella que Akaashi pudiera haber visto, en como sus ojos se achicaban y sus labios surcaban dejando ver su perfecta dentadura.
Su corazón empezó a latir con mucha fuerza, no sabía por qué, ni entendía porque, pero le gustaba.
— ¡También hice esto para comer Akaashi! — El chico asintió mirando los perfectos onigiris que habían en la canasta junto a unas bebidas, era obvio que Bokuto no lo había hecho seguramente había buscado ayuda y eso le parecía adorable.
— Están deliciosos Bokuto-san — Dio un mordisco grande al onigiri, estaba delicioso, la persona que lo haya hecho sin duda era un genio.
Mei sonría feliz, amaba ver a parejas felices y sonrientes eso la hacía sentir como si en algún momento también le pasará algo así, pero... Recordó el momento en el que bailo junto con Kuroo.
En como sus manos se tocaban, sus cuerpos se acercaban, y sus ojos se veían con una intensidad inmensa, en ese momento no hubo tensión si no que mas bien hubo otra sensación que hacía que Mei tuviera las llamadas mariposas.
— ¿Estás bien? Estás roja — ella asíntio ignorando la mirada de Tendo inquisitiva para seguir viendo a la pareja.
— Bokuto-san, ¿Por qué no comes? — El chico se quedó mudo, era el momento para decirle todo lo que sentía a Akaashi desde hace mucho tiempo.
— A-Akashi — “Bokuto tartamudeo, eso es nuevo” pensó el joven pelinegro asintiendo para que siguiera hablando — Creo... Creo que somos almas gemelas.
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El Hilo Que Nos Une • Kuroo Tetsuro
Roman d'amourEn un mundo en el cual todos tienen un alma gemela. Todas las personas llegan a conocer a su persona especial, unos con distintas metas y sueños pero aún así almas gemelas... La forma en la que se conocen es por medio de una canción, canción que es...