Cap 7: Resplandor

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Kuroo:

Miraba con firmeza como sus labios se movían con rapidez, mientras sus ojos se enfocaban en las dos personas que la escuchaban.

Mei siempre fue una persona muy habladora, hablaba hasta por los codos, nadie podía callarla, al parecer era algo que tenía en común con Oikawa porque siempre les decían que se callarán.

Yo nunca le dije eso... Siempre me gustó escucharla hablar, me gustaba escuchar como se emocionaba por contarme cosas que le hayan pasado durante el día, o solo contarme lo bien que se sentía a mi lado.

Es como si todas aquellas cosas que ella me hubiera dicho en un pasado todavía siguieran ahí, porque por lo visto le gustan las mismas cosas, me podrán decir acosador pero nunca la olvide, nunca pude olvidar como me complementaba con ella, como me sentía cuando estaba con ella, como mi corazón latía como loco al estar con ella y aunque me diera miedo admitirlo en algunos momentos solo escuchaba su voz, no escuchaba ningun ruido blanco... Solo su voz.

Pero nunca me dí cuenta ni tampoco ahora podía ponerme a pensar en eso, solo podía ver cómo ella hablaba felizmente junto a Kyotani y Kindaichi, al parecer sus dos mejores amigos del Aoba, porque también tenía amigos de otros equipos, del Shiratorizawa estaba Ushijima y Tendo, y del Karasuno al parecer ya era muy amiga de Kageyama y Sugawara solo con tres días de estar en el campamento.

Es que quién no se daría cuenta de que ella irradia un resplandor que parece iluminar todo a su alrededor.

Aunque en el pasado no me di cuenta bien de eso ahora sufría las consecuencias, consecuencias de no haberla visto completamente, de no haberla visto como era ella, de haberme dejado ir por comentarios de otras personas.

¿Cómo carajos fue que la dejé ir?

Ella reía mientras movía sus manos rápidamente, siempre fue así, explendida y extrovertida.

— Deja de verla, pareces acosador — Una voz llegó a mis oídos, me gire y pude ver a Kenma, había llegado al gimnasio donde estábamos algunos y ella.

— No lo hago — lo mire con una sonrisa burlona haciendo que el solo rodeara sus ojos — ¿Que? No me crees Kenmita.

— Claro que no, desde hace rato te estaba llamando y solo la veías babeando — Me tomé rápidamente mi boca para sentir la supuesta saliva de la que hablaba Kenma pero no fue así, el rio mostrando una sonrisa gatuna que precisamente le habia enseñado yo.

— Eres muy malo Kenma — El se alzó de hombros y se giro a mirarla, todavía seguía conversando con esos dos individuos a los que me gustaría ir y dejar en claro que ella no tendría nada nunca con ellos.

— Sabes... — Lo mire — Ella es muy hermosa, no sé cómo no le ha llegado su alma gemela, supongo que ahora que está con todos nosotros será más fácil, ¿No crees? Cualquiera de nosotros puede escuchar la misma canción que escucha ella, hasta puedo ser yo. — Lo mire incrédulo.

— ¡¿Que?! ¿Eres tú Kenma? ¿Su alma gemela? — Yaku y Lev llegaron riéndose.

— Lo que quiere decir Kenma es que cualquiera puede ser su alma gemela, nadie lo sabe, es algo que llega de repente — Yaku sonrió sereno, si lo que decía tenía razón cualquiera podria ser su alma gemela.

Pero... ¿Serían dignos de ella?

— Me sorprendes Kuroo-senpai, que te fijes de nuevo en Mei después de haberla rechazado por una chica que no era tan bonita como ella — Lev negó, yo solo gruñi en respuesta, obviamente lo sabía, pero me deje llevar por las palabras de esa persona, ahora odiaba que me tomarán del pelo de esa manera.

— Deberías ir a hablar con ella — Mire a Kenma de nuevo — Está sola.

Gire mi cabeza mirandola, miraba con ilusión su teléfono mientras se sentaba en las gradas, ya los dos acompañantes ya no estaban junto a ella, no sabía si ir o no, era difícil me daba miedo que me corriera y sabía que lo haria porque me lo merecía más que nadie por ser tan idiota y dañar su lindo corazón.

Yaku me dió una palmada en la espalda, suspiré y asentí, cuando iba a dar solo un paso para poder ir y subir las escaleras vi que Oikawa llegó.

Tenía su mirada burlona de siempre pero paso a cambiar al verme, el me dejó en claro que me alejar de Mei, pero... ¿Cómo me puedo alejar si ella luce tan hermosa e impecable solo con estar sentada?

Este paso por nuestro lado y llamo la atención de Mei, ella lo miró con una sonrisa y bajo las escaleras rápidamente, creo que es muy torpe o muy tonta, o mejor las dos.

Cómo estaba relativamente cerca a las escaleras de las gradas pude ver bien que ella bajaba pero como lo hacía tan rápido su pie se doblo haciendo que cayera, cerró sus ojos con fuerza y espero el impacto que nuca llegó.

Al abrir sus ojos pude ver cómo se soprendida por verme ahí, sujetándola de la cintura y por estar tan cerca el uno del otro, ví como sus ojos brillaron con solo ver los míos y aunque quisiera mentir al decir que eso no me gustó sería burlarme a mi mismo.

— Un paso más y dañarías tu hermoso rostro gatita linda — Ella hizo una mueca, supongo al escuchar el apodo que siempre le tuve desde que nos conocimos, nunca la deje de llamar así.

— No me digas así Kuroo-senpai, solo... — respiro mirando mi pecho — Suéltame — susurro lo último, sonreí, ella era muy fácil de decifrar y aunque no estaba haciendo lo que me dijo Kenma bien, esto también funcionaba.

— ¿Por qué no debería decirte así gatita bella? — susurré cerca a su rostro todavía viendo sus ojos y de paso viendo sus hermosos labios, vi como un leve sonrojo apareció en sus bonitas mejillas.

— Porque... Porque... — No pudo responder porque sentí como la quitaban de mi fuertemente, vi quien era y era el mejor llamado perro loco-chan, solo fruncía mi ceño, este la tomo de la mano llevándola junto a su hermano que todavía tenía su rostro molesto como queriendo matarme pero solo por Iwaizumi que lo sostenía no se venía contra mi.

Kyotani me dió una última mirada que pude suponer que era de advertencia, pero... No la alejaria, no la alejaria más.

Nadie podría alejarme de ella, y aunque no seamos almas gemelas (o eso creo) algo me dice que debo estar a su lado.

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El Hilo Que Nos Une • Kuroo TetsuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora