capítulo 16: el mundo desde mi ventana

92 12 0
                                    

"Amando cómo te vuelves obscena, cómo si hubieses esperado para hacerme el amor (...) Botellas vacías en el suelo, mientras bailamos en el suelo toda la noche, toda la noche, con esta música sucia." (Dirty – GSoul)

───────────────

Me estiré hasta que mis huesos de la espalda sonaron. No estaba acostumbrado a la cama de Lucas, y dormir en ella me estaba matando. Aunque era irónico, la cama de Lucas en teoría era más cómoda que la litera en la que dormía en Corea.

Bajé las escaleras, Berry me seguía de cerca. Pero me di cuenta que todos aún dormían, así que con mi móvil en mano y un auricular inalámbrico en la otra, pensé que podría ser bueno que le cocinara desayuno a todos.

Me puse un audífono y lo primero que hice antes de cocinar, es darle comida y agua fresca a Berry. Tenía que desayunar, y estar llena la mantendría lo suficientemente distraída para que me dejara cocinar en paz. Noté que no había café en la cafetera, así que también puse a hacer café y me serví una taza.

Abrí el refrigerador, pensando.

—¿Qué podría cocinar para seis personas? Piensa, Chris, tú cocinas para ocho todo el tiempo—tacleé la lengua, mirando rápidamente las divisiones del refrigerador tan ordenados que tenía mamá—. ¿Y si hago un sandwich de tocineta y huevo para todos?—murmuré para mi mismo.

Apreté los labios en una línea, pensativo. Mamá tenía muchos ingredientes coreanos también.

—Puedo hacer los huevos con gochujang...—comencé a sacar las cosas, teniendo cuidado de no hacer tanto ruido para no despertar a nadie—El gochujang...

Me giré a la alacena, buscando las especias en polvo y el gochujang. Saqué una paileta, espátula, y tazas de café para ordenarlas frente a la cafetera.

—Más café—asentí.

Puse a hacer aún más café. Éramos muchos y mamá tomaba dos tazas por la mañana. También puse mi lista de reproducción en inglés en mi audífono, para cocinar con música pero también estar alerta por si alguien despertaba.

Y sin más, me puse a trabajar.

Aceité la paileta, coloqué todos los huevos en la encimera y los lavé. Luego partí dos sobre la superficie una vez calentó, puse pimienta y especias y media cucharada de gochujang y lo mezclé, lo dejé cocinar así.

Partí los panes por la mitad, contando mentalmente hasta que sentí una mano en mi espalda.

—¡Ay dios!—jadeé. Era papá, que me miraba con una sonrisa pícara en la cara—Joder, papá, me asustaste. Casi me corto con el cuchillo.

—Lo siento, lo siento—se rio, como si fuera lo más divertido del mundo casi dejarme sin un dedo—. Buenos días, hijo.

Se acercó para abrazarme, palmeó mi espalda levemente.

—Buenos días, Berry—le sonrió a Berry, que de inmediato quería su atención, pero papá me miró—. ¿Necesitas ayuda con eso, Christopher? Vas a tardar mucho y somos seis personas en casa.

—No, estoy bien. No te preocupes, quiero cocinar para ustedes. Si quieres café, hice café fresco.

Seguí cortando los panes, volteé los huevos, y volví a los panes de nuevo.

—¿Uno o dos?—le pregunté.

—Dos, por favor—se sirvió su café y se sentó en la silla de la encimera, a mis espaldas. Estuvo en silencio un momento, pero volvió a hablar luego de sorber el café—. ¿Y tu novia?

바래요 (hopeful) - bangchan (stray kids) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora