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𝑬𝒄𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐

    El amanecer trajo consigo un aire de anticipación en el dojo. Suguru y Alice estaban listos para enfrentar un nuevo día, sus corazones aún latiendo con la conexión que habían compartido la noche anterior. Sin embargo, el destino tenía otros planes.

_Alice, Suguru,_ llamó Gojo, entrando en el dojo con una expresión seria. _Tenemos visitantes inesperados._

Suguru frunció el ceño, sintiendo una inquietud creciente. _¿Quiénes son?_

Gojo suspiró, su mirada más grave de lo habitual. _Toji Fushiguro y Sukuna. Están aquí._

Alice sintió un escalofrío recorrer su columna. Había oído historias de ambos hombres: Toji, el asesino formidable, y Sukuna, el rey de las maldiciones.

_Suguru, ¿qué hacemos?_ preguntó Alice, tratando de mantener la calma.

Suguru apretó los puños, su determinación clara en sus ojos. _Nos preparamos para cualquier cosa._

Al salir al patio, encontraron a Toji y Sukuna esperando. Toji, con su imponente figura y mirada penetrante, observaba todo a su alrededor con un aire de desprecio. Sukuna, en cambio, sonreía con una arrogancia que hacía que la piel de Alice se erizara.

_Ah, Suguru, Alice,_ dijo Sukuna con un tono sarcástico. _Qué gusto verlos. Espero no haber interrumpido nada importante._

Alice mantuvo la mirada en Sukuna, sintiendo una mezcla de miedo y desafío. _¿Qué quieren?_

Sukuna se acercó, sus ojos rojos brillando con malicia. _Simplemente quería ver por mí mismo a la chica que ha capturado tanto interés. Tienes un aura muy especial, Alice._

Toji permanecía en silencio, sus ojos fríos observando cada movimiento de Suguru. _Estamos aquí por razones que no te conciernen, chica. Pero no te preocupes, no planeamos quedarnos mucho tiempo._

Suguru dio un paso adelante, su presencia protectora palpable. _No permitiré que lastimen a nadie aquí._

Sukuna rió, un sonido que resonó como un eco macabro. _Oh, no te preocupes, Suguru. No tengo intención de lastimarla... a menos que ella quiera._

Alice sintió una oleada de ira. _No soy un juguete, Sukuna. No me subestimes._

Sukuna arqueó una ceja, su sonrisa ampliándose. _Me gusta tu espíritu, Alice. Quizás podríamos divertirnos un poco, ¿no crees?_

Alice sostuvo su mirada, negándose a dejarse intimidar. _No tengo tiempo para tus juegos, Sukuna._

Suguru se colocó al lado de Alice, su voz baja y amenazante. _Ya escuchaste a Alice. Vete antes de que las cosas se pongan feas._

Toji dio un paso adelante, su voz calmada pero llena de una amenaza latente. _Suguru, sabemos que estás protegiendo algo importante. No queremos problemas, solo queremos lo que vinimos a buscar._

Suguru tensó la mandíbula, sus ojos nunca dejando los de Toji. _No te dejaré llevarte nada._

Sukuna miró a Alice una vez más, sus ojos llenos de una promesa oscura. _Hasta la próxima, Alice. Espero que nuestras futuras interacciones sean... más interesantes._

Con eso, Sukuna y Toji se dieron la vuelta y se alejaron, dejando una tensión palpable en el aire. Alice respiró hondo, tratando de calmar su corazón acelerado.

_Suguru, ¿qué hacemos ahora?_ preguntó Alice, su voz apenas un susurro.

Suguru la miró, su expresión decidida. _Nos preparamos. Esta no será la última vez que los veamos._

Alice asintió, sabiendo que la batalla contra estas fuerzas oscuras estaba lejos de terminar. Pero con Suguru a su lado, estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera. Juntos, podrían enfrentar la tormenta y salir más fuertes del otro lado.                   

𝑴𝒊𝒅𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑺𝒐𝒓𝒄𝒆𝒓𝒆||. Suguru GetoxReader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora