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𝑬𝒄𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐

Alice se encontraba en su habitación, la luna llena brillando a través de la ventana. El encuentro con Sukuna seguía fresco en su mente, como una sombra que se negaba a disiparse. Incapaz de dormir, decidió salir a caminar por el dojo, esperando que el aire fresco la ayudara a despejar su mente.

Mientras caminaba por los pasillos oscuros, sus pensamientos comenzaron a vagar, llevándola a un recuerdo distante pero significativo: el primer encuentro con Sukuna, mucho antes de entender quién era realmente.

Flashback

Era una tarde cálida de primavera, y Alice, aún novata en el mundo de las maldiciones, estaba explorando un mercado antiguo en busca de ingredientes para sus entrenamientos. El bullicio y la vibrante energía del lugar la mantenían ocupada, maravillada por cada descubrimiento. Fue entonces cuando sintió una presencia diferente, oscura pero atrayente.

—¿Buscas algo en particular, pequeña? —La voz, baja y con un tono burlón, la hizo girar.

Frente a ella estaba un hombre alto, con un aura que parecía absorber toda la luz a su alrededor. Sus ojos rojos la miraban con un interés malicioso, y su sonrisa mostraba una confianza perturbadora. Alice no sabía quién era, pero su instinto le gritaba que tuviera cuidado.

—Solo estoy mirando —respondió ella, tratando de mantener la compostura.

El hombre se inclinó hacia ella, su presencia dominando el pequeño espacio entre ellos.

—¿Sabes que no deberías estar aquí sola? Hay cosas peligrosas en este mundo, cosas que podrían hacerte daño.

Alice levantó la barbilla, negándose a mostrar miedo.

—Puedo cuidar de mí misma.

El hombre se rió, un sonido que resonó como un eco en la tarde.

—Eso espero. Sería una pena que alguien tan intrigante se perdiera en este mundo oscuro.

Alice sintió un escalofrío, pero mantuvo su mirada firme.

—¿Quién eres?

Él se enderezó, su sonrisa nunca desapareciendo.

—Puedes llamarme Sukuna.

Ese nombre no significaba nada para ella en ese momento, pero la forma en que lo dijo, con una mezcla de orgullo y amenaza, quedó grabada en su mente.

—Por ahora, solo soy un observador. Pero algo me dice que nos veremos de nuevo, Alice.

La forma en que pronunció su nombre la hizo estremecerse. ¿Cómo sabía quién era ella? Antes de que pudiera preguntar, Sukuna se dio la vuelta y se desvaneció entre la multitud, dejándola con más preguntas que respuestas.

De regreso en el presente, Alice se detuvo en medio del pasillo, su corazón latiendo con fuerza. Ese primer encuentro había sido solo el comienzo. Desde entonces, Sukuna había aparecido en momentos cruciales de su vida, siempre observándola, siempre con esa sonrisa enigmática.

—Sukuna —murmuró Alice, apretando los puños—. No importa cuántas veces intentes intimidarme. No voy a dejar que me controles.

El recuerdo de su primera reunión con Sukuna le dio una nueva determinación. Sabía que la batalla contra él y las fuerzas oscuras sería larga y difícil, pero también sabía que no estaba sola. Con Suguru y sus amigos a su lado, estaba lista para enfrentar cualquier desafío.

Mientras volvía a su habitación, Alice sintió una extraña paz. El pasado le había mostrado que, aunque Sukuna era poderoso y peligroso, ella también tenía una fuerza interior que no debía subestimar. La próxima vez que lo enfrentara, estaría preparada.                     

𝑴𝒊𝒅𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑺𝒐𝒓𝒄𝒆𝒓𝒆||. Suguru GetoxReader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora