10-Then, it all just stopped.

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This must be a lie..❞


De repente todo se detuvo.
Nunca pensé que llegaríamos a esto.

—He vuelto.

—Debe ser mentira...

¿Por qué? ¿Por qué ahora?

El tiempo dejó de avanzar en ese instante de la peor forma posible, los presentes no sabían cómo reaccionar, no podía volver al pasado y hacer las cosas diferentes, pero lo anhelaba.

Volteó su cabeza lentamente con temor hacia su amado, intentando leer su expresión. Claro que él lo sabía, se lo había confesado mucho tiempo atrás. Sin embargo el muerto no estaba muerto y eso implicaba desenterrar problemas que evadió en el pasado con su mentira, además de esperar la llegada de muchísimos otros más que se desataban con la nueva situación.

—¿Por qué hay dos jóvenes amos? —Preguntó el joven jardinero severamente confundido.— Él debe ser un impostor.

—¿Impostor? Qué cosas tan raras dices. Ya que el cabeza de familia, Ciel Phantomhive, soy yo. —Respondió, ¿por qué sonaba tan seguro?

El demonio y el ¿conde? menor intercambiaron miradas, para después viajar lentamente a los ojos celestes tan inexpresivos. Como si no pudiera ni siquiera saber lo que estaba aconteciendo.

—Oye...¿Qué demonios está pasando aquí, Sebastián? —Cuestionó el chef después de notar que ninguno de los dos parecía dispuesto a brindar explicaciones.

—¿Sebastián? Así que es cierto que ese es tu nombre. Es la primera vez que nos conocemos...Pero aquella vez...no pude olvidar tu nombre.

—Lo mismo digo. Es la primera vez que conozco a alguien como tú. —Respondió tratando de mantener la compostura.

—¡Sebastián! Esta persona está mintiendo, ¿verdad? Porque el joven amo que conocemos... —Miró a la persona que en el pasado le dió un nombre, techo y comida sin querer aceptar que había sido parte del engaño. También dirigió su vista al conde Trancy, ensimismado sin decir palabra alguna todavía.

—Es la verdad. Ahora mismo... quien está ahí de pie, es Ciel Phantomhive. —Afirmó, marcando un antes y un después en la vida del contratista, los sirvientes y el rubio.

Detrás del muerto viviente la sombra del ex-mayordomo Tanaka y el, hasta ese momento, desaparecido Undertaker se hizo visible, revelando su complicidad.

Todo estaba perdido.

La ansiedad del juzgado comenzaba a incrementar por la falta de reacción de su novio, no era capaz de adivinar qué estaba pasando por su mente. En lo más, más profundo de su ser temía que decidiera estar del otro lado.

Slow Motion I CieLoisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora