|| Tú eres mi escape de la realidad, ¿sabes lo que significas para mí?
Porque estoy apoyando todo mi peso, haciendo llorar a mi corazón.
Si para siempre fuera para siempre, nunca te abandonaría.
Eres mi amor, incluso cuando estamos en las malas.
Rec...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Conocer a una persona es una experiencia maravillosa. Escuchar su nombre por primera vez, sentir curiosidad por saber lo que le gusta, lo que piensa.
Esa experiencia se vuelve más mágica cuando descubres que estás enamorado, entonces cualquier mínimo detalle te parece interesante.
Pero de repente te encuentras a ti mismo preguntando "¿Quién eres?" A alguien que ya conoces.
-¿Phantomhive? ¿Haz llegado?
Preguntó el conde de aspecto desarreglado, parecía hablar con la oscuridad de la habitación en esa solitaria noche.
Una presencia era perceptible, una algo inquietante si le permitían decir.
-No. Aún no.
Respondió una voz que conocía muy bien, pero que encontraba diferente en ese momento. La fría mano delgada del chico se dirigió a sus ojos y los hizo cerrar.
(...)
Despertó sintiéndose desorientado por un instante, el ojiazul se encontraba a su lado sosteniendo su mano con semblante de lamento.
-¿Phantomhive?
Musitó para llamar su atención, el peliazul levantó su ojo destrozado en frustración lentamente.
-Despertaste.
-Desperté... -Repitió confundido, observando a su alrededor. Se sentía entumecido y su cabeza dolía.
-Llevas dormido tres días seguidos.
-Que buen chiste. -Respondió sin gracia alguna, contradiciéndose.
Sin embargo, al examinar el rostro de su amado con detenimiento lo notó agotado, preocupado y libre de risa alguna. ¿Tres días?
Durmió desde la noche en la cual Ciel abandonó su hogar y se aproximó a Londres para cumplir con un mandato de la monarca de Inglaterra.
-¿A qué hora llegaste?
-Al amanecer. Sebastián recibió una carta de los sirvientes preocupados porque no despertabas. -Explicó sin saber si era escuchado, su chico tenía la mirada perdida.- Sullivan estuvo aquí hace unos minutos. Te revisó y descubrió que estabas sedado.
