03-Utmost Passionate

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Feel Too Much.

Temas sensibles.

Cuando te enamoras de una persona, lo haces a primera instancia de la apariencia.
Quizás entonces fue su cabello arenoso y sus ojos oceánicos sobre su suave piel pálida.

Luego lo haces de las cosas positivas que comienzas a conocer.
Quizás entonces fue la delicadeza con la que trataba a los jacintos y la energía que podía llegar a poseer en absolutamente todo.

Luego lo haces de los sentimientos que te corresponde.
Quizás entonces fue la forma en como lo abrazaba y como se recostaba sobre él, cómo siempre lo tocaba de alguna manera.

Luego lo haces de las cosas negativas que comienzas a conocer.
Quizás entonces fue notar que él siente demasiado y que no tenía amor propio, además de tratar a las personas de formas inapropiadas.

Quizás entonces fue...

¿La forma en la que convertía el asesinato en un arte apasionado?

La escena era repulsiva; para Ciel, familiar.

-Alois...-El mencionado no respondió, parecía estar hiperventilándose sosteniendo el arma en sus manos, con la diferencia de que ahora estaba temblando.
Un foco que apenas iluminaba débilmente era la única fuente de luz en aquél lúgubre sótano subterráneo en un terreno ya en ruinas desde hacía muchísimos años, el ruido ensordecedor de hace tan solo un par de minutos se había transformado en un silencio pesado y cargado de tensión, como si todo lo ahí hecho fuera un secreto del que ni el más mínimo peón podía enterarse.
En realidad, así era.

Sus ropas, diferentes a las que solía usar estaban sucias y sus manos temblorosas también lo estaban. Él mismo se había ensuciado.
Nadie hizo nada, él solito fue. Estaba sucio otra vez.

Su boca estaba levemente abierta y sus ojos amenazando con liberar tantas lágrimas que sería posible inundar el lugar.
Lentamente volteó su cabeza hacia el marco de la puerta vieja, encontrándose con la mirada serena del peliazul.

-Tú...¿amarías esa parte de mí?-Su voz estaba quebrada, el temor en ella era claro como sus ojos.-Esa parte...que ni siquiera yo amo...-Dejó caer el revolver de sus manos, provocando un sonido estruendoso.-¿Me amarás hasta que me ame a mí mismo?

Él ya conocía sus pecados, conocía la suciedad que Ciel cargaba y que desgraciadamente, nunca podría limpiarse por completo a pesar de parecer pulcro todo el tiempo.
Sabía lo que había pasado en el mes de su desaparición, lo que le habían arrebatado, el ser que había perdido y cómo perdió fé en el dueño del paraíso.
Claro que no fue fácil, tuvieron que pasar muchos meses para que aquello ocurriera, tuvo que pensar mucho y actuar con cuidado cuando le confió su secreto más grande a su amado.

Slow Motion I CieLoisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora