Capítulo 13

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—¿Dónde te habías metido? ¿Conseguiste el artefacto? Te estuve buscando desde anoche, se supone que nos encontraríamos aquí

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¿Dónde te habías metido? ¿Conseguiste el artefacto? Te estuve buscando desde anoche, se supone que nos encontraríamos aquí. ¿Te hicieron daño? ¿Alguien se enteró de lo que estábamos buscando?

Tan pronto como Wei WuXian entró en la casa de seguridad, donde se suponía que él y Jiang Cheng se encontrarían anoche, fue bombardeado por las preguntas de Jiang Cheng.

Estoy bien. Tuve un pequeño contratiempo, pero todo salió bien—. Puso la caja con el quemador de incienso dentro. —Aquí está el artefacto, asegúralo y regresemos.

¿Qué hay de Bai Shenlong? ¿Lo viste?—Jiang Cheng tomó la caja y echó un vistazo al interior antes de guardarla en una caja fuerte.

Wei WuXian no quiso responder a esa pregunta, en su lugar optó por salir de nuevo al exterior para despejar su mente.

Tengo que hacer algo, llámame cuando termines la preparación, deberíamos poder volar esta noche.

Las calles de Mónaco estaban llenas de turistas, en su mayoría, y había muchos de ellos, paseando, comprando, tomando fotos, comiendo y haciendo cosas de turistas

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Las calles de Mónaco estaban llenas de turistas, en su mayoría, y había muchos de ellos, paseando, comprando, tomando fotos, comiendo y haciendo cosas de turistas.

Wei WuXian estaba sentado en una de las cafeterías, pensando y observando a la gente, su pasatiempo favorito, cuando vio a aquella niña de unos cinco años con el cabello largo y plateado cerca de la fuente.

Ella estaba sentada con tal alegría, sosteniendo un helado en una mano y un globo rojo en la otra. Sus dos coletas se balanceaban mientras movía las piernas. Se veía como una de esas niñas a quienes las respaldan sus padres millonarios, que se suponía que tendría hordas de niñeras y guardaespaldas. Y, sin embargo, estaba sola.

Ni un minuto después, Wei WuXian vio que dos hombres se acercaban a la niña y no parecían... respetables. Pudo ver a una milla de distancia que los hombres tenían una mala intención hacia la niña, así que decidió intervenir. Se levantó y caminó hacia la niña. Ella miró a la izquierda y a la derecha, como si estuviera buscando algo, o a alguien, su globo rojo había desaparecido hace tiempo.

Secretos & Mentiras (Los Olvidados #1) By Chiaroscuro555Donde viven las historias. Descúbrelo ahora