Una Vida Junto a Ti|+18

17- Capítulo

Valentín se despertó en medio de la noche con una sensación inquietante. La cama a su lado estaba vacía. Se levantó rápidamente, buscando a Violeta por toda la casa. La desesperación comenzó a instalarse en su pecho cuando no la encontró en ninguna parte.

-¡Violeta! -gritó, su voz resonando por toda la casa.

Silencio. Solo el eco de su propia voz respondió. Algo no estaba bien. Buscó su teléfono y llamó a Violeta. La llamada fue directamente al buzón de voz. Su corazón latía con fuerza y el miedo comenzaba a apoderarse de él. Decidió llamar a su jefe de seguridad.

-Necesito que vengan a mi casa de inmediato. Violeta ha desaparecido.

En cuestión de minutos, su equipo de seguridad estaba en su casa, revisando cada rincón. Valentín se sentía impotente y furioso. No podía entender cómo alguien había podido entrar en su hogar y llevarse a Violeta sin que él se diera cuenta.

-Señor, hemos encontrado algo.

Uno de los guardias le mostró una nota escrita a mano. La letra era desordenada y apenas legible, pero el mensaje era claro:

"Si quieres volver a ver a tu esposa con vida, cumple nuestras demandas. Te contactaremos pronto."

Valentín sintió una mezcla de rabia y desesperación. ¿Quién se atrevería a secuestrar a Violeta? Sabía que tenía enemigos, pero esto era un ataque directo a su corazón. No podía quedarse de brazos cruzados. Decidió tomar el control de la situación.

-Reúnan a todos nuestros contactos. Quiero saber quién está detrás de esto.

Los guardias comenzaron a hacer llamadas y a movilizar sus recursos. Valentín, por su parte, no podía quedarse quieto. Se dirigió a su oficina, donde tenía acceso a cámaras de seguridad y sistemas de vigilancia. Reprodujo las grabaciones de las últimas horas, buscando alguna pista.

En una de las cámaras exteriores, vio un coche negro estacionado cerca de su casa. Un hombre con una capucha salió del coche y se dirigió a la puerta trasera. Valentín pudo ver cómo el hombre forzaba la cerradura y entraba en la casa. La grabación no mostraba el interior, pero unos minutos después, el hombre salió llevando a Violeta inconsciente.

-¡Maldito! -exclamó Valentín, golpeando la mesa con frustración.

En ese momento, recibió una llamada en su teléfono.

-Si quieres volver a ver a tu esposa, entrega diez millones de dólares y no involucres a la policía. Te enviaremos las instrucciones pronto.

La llamada se cortó antes de que Valentín pudiera responder. Su mente estaba en llamas, llena de furia y desesperación. Diez millones de dólares no eran nada para él, pero la vida de Violeta era invaluable. No podía permitir que algo le ocurriera.

-Reúne el dinero. Quiero que todo esté listo en una hora -ordenó a su equipo.

Mientras su equipo se apresuraba a cumplir sus órdenes, Valentín se sumió en un estado de alerta intensa. Pensó en todas las posibilidades, en todos los enemigos que podrían haber hecho esto. Sabía que en su mundo, la traición y la violencia eran moneda corriente, pero esta vez habían ido demasiado lejos.

Una hora después, el dinero estaba listo. Valentín recibió un mensaje de texto con instrucciones precisas: un lugar apartado en las afueras de la ciudad, un almacén abandonado. No había tiempo que perder.

-Nos vamos. Quiero que estén preparados para cualquier cosa.

Valentín y su equipo se dirigieron al lugar indicado. La tensión era palpable en el coche mientras se acercaban al almacén. Valentín se armó, ocultando una pistola bajo su chaqueta. No tenía intención de negociar; quería recuperar a Violeta y asegurarse de que los responsables pagaran.