Valentín se despertó aquella mañana sintiendo una mezcla de expectación y serenidad. Era su cumpleaños, pero más que la celebración, lo que realmente le importaba era pasar el día con Violeta. Se levantó y caminó hacia la cocina, donde el aroma a café recién hecho y el sonido de la radio llenaban el aire. Violeta estaba de espaldas, preparando el desayuno.
-Buenos días, amor. ¿Cómo te sientes en tu gran día?
-Me siento genial, especialmente porque lo empiezo contigo.
Violeta sonrió y se giró, llevando una bandeja con un desayuno delicioso y cuidadosamente preparado. Había croissants, frutas frescas, y una jarra de jugo de naranja. Valentín se acercó y la abrazó, sintiendo la calidez y el amor que emanaba de ella.
-¡Feliz cumpleaños, mi vida! Espero que te guste lo que preparé.
-Es perfecto, Violeta. Todo lo que haces es perfecto.
Pasaron la mañana juntos, disfrutando de la comida y la compañía. Valentín no pudo evitar notar que Violeta parecía un poco más pensativa de lo habitual, pero no quiso presionarla. Sabía que ella siempre tenía algo especial planeado para él.
Después del desayuno, Valentín recibió una serie de llamadas y mensajes de felicitación de amigos y socios. Cada uno de ellos lo hacía sonreír, pero nada comparado con el tiempo que pasaba con Violeta. Decidieron pasar la tarde juntos en su lugar favorito, un parque tranquilo a las afueras de la ciudad. Empacaron una cesta de picnic y se dirigieron allí, disfrutando del viaje en coche mientras escuchaban su música favorita.
-Este lugar siempre me ha traído paz -comentó Valentín mientras extendía una manta sobre la hierba.
-Y yo siempre he amado venir aquí contigo. Es nuestro pequeño refugio.
Se sentaron en la manta, disfrutando del aire fresco y de la tranquilidad del parque. El sol brillaba alto en el cielo, y una ligera brisa hacía que las hojas de los árboles susurraran suavemente. Valentín observó a Violeta, notando su expresión serena pero con un destello de emoción en sus ojos.
-Hay algo que quiero decirte, Valentín. Es un regalo muy especial.
Valentín se inclinó hacia ella, intrigado.
-¿Qué es, amor? No necesitas darme nada más que tu amor y tu presencia.
Violeta respiró hondo, sus ojos brillando con lágrimas de felicidad.
-Estoy embarazada, Valentín. Vamos a tener un bebé.
El mundo pareció detenerse para Valentín. Una mezcla de emociones lo abrumó: alegría, sorpresa, amor y una profunda gratitud. Abrazó a Violeta con fuerza, sintiendo cómo sus propios ojos se llenaban de lágrimas.
-No puedo creerlo. Esto es el mejor regalo que podría haber recibido. Te amo, Violeta. Te amo tanto.
-Y yo a ti, Valentín. Vamos a ser una familia. Nuestro amor se está expandiendo.
Se quedaron allí, abrazados, disfrutando del momento y de la promesa de un futuro aún más brillante. Hablaron durante horas, imaginando cómo sería su vida con un hijo, los nombres posibles, y cómo decorarían la habitación del bebé.
-Quiero que nuestro hijo tenga todo lo que necesita y más. Quiero ser el mejor padre que pueda ser.
-Y lo serás, Valentín. No tengo ninguna duda.
Regresaron a casa esa tarde, sus corazones llenos de alegría y sus mentes llenas de sueños. Violeta había preparado una cena especial para celebrar tanto el cumpleaños de Valentín como la noticia de su embarazo. La mesa estaba decorada con velas y flores, y había cocinado sus platos favoritos.
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Una Vida Junto a Ti|+18
Romans"Una Vida Junto a Ti": cuenta la emocionante historia de Valentín, un hombre envuelto en un mundo de secretos y poder, y Violeta, una mujer fuerte y decidida. A través de encuentros casuales y citas inesperadas, su relación evoluciona desde una simp...