20- Capítulo

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Valentín estaba sentado en el sofá de la sala de estar, sosteniendo a su hijo recién nacido en brazos. El bebé dormía plácidamente, ajeno al mundo y a las responsabilidades que su padre llevaba sobre sus hombros. Violeta estaba a su lado, observándolos con una mezcla de amor y agotamiento. Los primeros días como padres habían sido intensos, pero llenos de momentos inolvidables.

-Necesitamos asegurarnos de que tienes tiempo para estar con nosotros, Valentín. No quiero que te pierdas nada de esto.

-Tienes razón, amor. Pero no puedo simplemente abandonar mis responsabilidades.

-Lo sé, pero quizás podrías delegar a alguien más. ¿Recuerdas a Leonardo? Siempre has confiado en él.

Valentín asintió, recordando a su mejor amigo de la infancia. Leonardo había estado a su lado en los momentos más difíciles, y siempre había demostrado ser leal y competente.

-Sí, Leonardo podría encargarse de algunas cosas. Confiar en él me permitirá dedicar más tiempo a nuestra familia.

Tomó su teléfono y llamó a Leonardo, pidiéndole que viniera a su casa para una conversación. No pasó mucho tiempo antes de que Leonardo llegara. Entró en la sala con una sonrisa amplia, saludando a Violeta con un abrazo y luego volviéndose hacia Valentín.

-¡Felicidades, amigo! Es un hermoso bebé. Me alegra tanto por ustedes.

-Gracias, Leonardo. Necesito hablar contigo sobre algo importante.

Se sentaron y Valentín comenzó a explicar la situación. Habló de su deseo de estar más presente para Violeta y su hijo, y de cómo necesitaba a alguien de confianza para manejar los asuntos más críticos de la organización.

-Quiero que seas mi asistente, Leonardo. Necesito que te encargues de la mafia mientras yo cuido de mi familia. No significa que me retire, solo que no puedo dedicarme a ello las 24 horas del día.

Leonardo asintió, su expresión mostrando comprensión y determinación.

-Lo haré, Valentín. Siempre has confiado en mí y no te defraudaré. Me encargaré de todo y te mantendré informado.

Violeta observó la conversación, sintiendo un alivio al saber que Valentín podría dedicar más tiempo a su familia sin dejar de lado sus responsabilidades.

-Gracias, Leonardo. Significa mucho para nosotros.

-Es un honor ayudar a mi mejor amigo. Haremos esto juntos.

Los días siguientes fueron una transición para todos. Leonardo asumió sus nuevas responsabilidades con aparente dedicación y eficacia. Valentín se sentía más tranquilo sabiendo que alguien en quien confiaba estaba al mando.

Sin embargo, lo que Valentín no sabía era que Leonardo tenía sus propias ambiciones ocultas. Desde hacía tiempo, había envidiado la vida y el poder de Valentín. Ahora que tenía acceso a la organización y a los secretos de su amigo, comenzó a tramar un plan para hacerse con todo.

Leonardo mantenía una fachada impecable. Cada informe, cada decisión que tomaba, estaba cuidadosamente diseñada para ganar más control. Se aseguró de mantener a Valentín informado, pero también comenzó a hacer pequeños movimientos que favorecían sus propios intereses.

-Todo está bajo control, Valentín. Puedes confiar en mí.

-Gracias, Leonardo. Me siento más tranquilo sabiendo que estás al mando.

-Es un placer, amigo. Tu familia merece tenerte cerca.

Valentín comenzó a pasar más tiempo con Violeta y su hijo. Los días eran una mezcla de ternura y descubrimientos, cada pequeño logro del bebé era celebrado con alegría. Violeta y Valentín se apoyaban mutuamente, encontrando un nuevo equilibrio en su vida juntos.

Una Vida Junto a Ti|+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora