13- Capítulo

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Valentín y Violeta disfrutaban de su relación en un mundo lleno de lujo y secretos. Sin embargo, para Valentín, siempre había una pregunta latente: ¿podía confiar plenamente en Violeta? Había llegado el momento de poner a prueba su lealtad, una prueba que determinaría si ella estaba con él por amor o por los beneficios materiales que su vida podía ofrecerle.

Una tarde, mientras estaban en la sala de estar de la lujosa mansión que había comprado Valentín antes de la luna de miel, él mismo decidió que era el momento adecuado.

-Violeta, tengo algo importante que mostrarte. Ven conmigo.

Violeta lo siguió con curiosidad mientras caminaban hacia el sótano de la mansión. Era una zona que raramente visitaban, y ella no podía evitar preguntarse qué había allí que fuera tan importante.

Valentín abrió una puerta pesada de acero, revelando una habitación oculta. Las paredes estaban revestidas de cajas fuertes y estanterías llenas de artefactos valiosos. En el centro de la habitación, una caja fuerte más grande destacaba, claramente el corazón del tesoro de Valentín.

-Quiero que veas esto.-confesó, con determinación, confianza y mucha firmeza.

Abrió la caja fuerte, revelando montones de diamantes de todos los tamaños y colores. Las piedras brillaban bajo la luz, creando un espectáculo deslumbrante que podría tentar a cualquiera.

-Estos diamantes son parte de lo que he acumulado a lo largo de los años. Es una fortuna que podría cambiar la vida de cualquiera.-insinuó, de forma indirecta.

Violeta miró los diamantes, pero su atención estaba más en Valentín que en las piedras preciosas.

-Son impresionantes, pero no entiendo por qué me los muestras ahora.-se mostró honestamente confundida.

-Quiero saber algo, Violeta. Quiero saber si realmente estás conmigo por lo que soy, no por lo que tengo. Puedes tomar estos diamantes y marcharte, nadie te detendría. Es tu elección.-finalmente reveló, interiormente no quería hacerlo, pues tenía miedo de que ella aceptara la propuesta y se fuera, pero otra parte de él quería seguridad absoluta, una prueba de que ella no era una interesada.

La sala quedó en silencio, solo roto por el suave zumbido del sistema de ventilación. Violeta observó los diamantes por un momento antes de girarse para mirar a Valentín a los ojos.

-Valentín, desde el momento en que nos conocimos, supe que había algo especial en ti. No estoy aquí por los diamantes, ni por el lujo. Estoy aquí porque me enamoré de ti, de tu inteligencia, tu fuerza, y tu pasión por la vida.-comenzó, con determinación y claridad en sus palabras.

Valentín la observaba detenidamente, buscando cualquier indicio de duda o falsedad en sus palabras. Pero Violeta se mantuvo firme, su mirada clara y llena de sinceridad.

-Estos diamantes no significan nada para mí comparados con lo que significas tú. Podría vivir sin ellos, pero no sin ti.-finalizó, obviamente con una verdad innegable en sus palabras, rostro y alma.

El corazón de Valentín se llenó de alivio y aprecio. Había temido que su vida pasada y su riqueza pudieran empañar la pureza de su relación, pero Violeta acababa de demostrarle que su amor por él era verdadero y desinteresado.

-Gracias, Violeta. Tu respuesta significa más para mí de lo que puedas imaginar.-su corazón, que antes estaba latiendo con locura por la ansiedad que la situación le provocaba, ahora latía así de fuerte por el sentimiento de amor verdadero y desinteresado que demostró Violeta.

Se acercó a ella, tomándola en sus brazos y besándola con una pasión renovada. La prueba había fortalecido su vínculo, mostrando que su amor era sólido y genuino.

-Siempre estaré contigo, Valentín. Pase lo que pase.-afirmó, incluso tal vez hasta como una amenaza graciosa.

-Y yo contigo, Violeta.-aseguró él, con voz grave pero intención romántica.

Pasaron la tarde juntos en la mansión, disfrutando de la compañía del otro. Valentín se sentía más seguro y confiado en su relación que nunca antes. Sabía que, con Violeta a su lado, podría enfrentar cualquier desafío que la vida les arrojara.

Mientras se relajaban en la sala de estar, compartieron historias y recuerdos, riendo y hablando de sus sueños futuros. La confianza y la complicidad entre ellos eran evidentes, y sabían que su amor era algo único y especial.

-Recuerdo la primera vez que te vi, Violeta. Nunca pensé que encontraría a alguien como tú.-confesó, aún incrédulo.

-Y yo nunca pensé que alguien como tú me notaría.-algo de su comentario tenía teñida la inseguridad que ocultaba.

Se miraron con cariño, sabiendo que su amor había superado muchas pruebas y seguiría haciéndolo.

-No importa lo que pase, siempre estaremos juntos.

-Sí, siempre.

Valentín la tomó de la mano y la llevó al balcón de la mansión, donde podían ver la extensión de su propiedad. El paisaje era impresionante, pero no tanto como la mujer a su lado.

-Todo esto es nuestro, pero nada de esto tiene sentido sin ti.

-Lo sé. Y estoy aquí para quedarme.

Compartieron un momento de tranquilidad, disfrutando de la vista y de la compañía del otro. Sabían que su amor era más fuerte que cualquier prueba y que, juntos, podían enfrentar cualquier cosa.

La noche avanzó, y Valentín preparó una cena especial para ellos. La mesa estaba puesta con velas y flores, creando una atmósfera íntima y romántica.

-Has hecho mucho por mí, Valentín. Quiero que sepas cuánto te aprecio.

-Y yo a ti, Violeta. No podría pedir una mejor compañera de vida.

Compartieron la cena, hablando de sus sueños y planes para el futuro. La confianza y el amor que compartían eran palpables, y sabían que su relación solo se fortalecería con el tiempo.

Después de la cena, se dirigieron a su habitación, donde pasaron la noche abrazados, disfrutando de la intimidad y la conexión que solo ellos compartían. Sabían que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían su amor y su lealtad para guiarles.

Valentín se despertó en medio de la noche, observando a Violeta mientras dormía. Su amor por ella era más fuerte que nunca, y sabía que juntos podían enfrentar cualquier desafío.

-Te amo, Violeta.

-Y yo a ti, Valentín.

Susurró suavemente, sabiendo que su amor era algo especial y duradero. Y así, mientras la noche avanzaba, Valentín y Violeta se aferraron el uno al otro, seguros de que su amor y su lealtad los guiarían a través de cualquier prueba que la vida les presentara.

Una Vida Junto a Ti|+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora