8- Capítulo

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Valentín y Violeta se encontraron una mañana soleada, listos para un día lleno de diversión en Fantasy Island, el parque de atracciones más popular del país. Ambos habían esperado este día con ansias, deseando escapar de la rutina y disfrutar de cada momento juntos.

-¡Hola, Violeta! ¿Lista para un día lleno de aventuras?

-¡Hola, Valentín! Más que lista. Estoy emocionada por todo lo que vamos a hacer hoy.

El parque estaba lleno de familias y grupos de amigos, todos ansiosos por disfrutar de las atracciones. Al cruzar las puertas de entrada, se sintieron como niños otra vez, con los ojos brillando de emoción.

-¿Por dónde empezamos? Hay tantas opciones.

-¿Qué te parece la montaña rusa? Es una de las atracciones más populares.

-Me parece perfecto. Vamos.

Se dirigieron a la montaña rusa, y mientras esperaban en la fila, Valentín y Violeta no podían contener su emoción. La estructura imponente de la atracción se erigía ante ellos, prometiendo adrenalina y emociones fuertes.

-¡Mira lo alta que es! Esto va a ser increíble.

-Sí, no puedo esperar para sentir la adrenalina.

Finalmente, llegó su turno. Se aseguraron en los asientos y, con una última mirada de complicidad, se prepararon para la aventura. La montaña rusa comenzó su ascenso, lenta y ruidosa, aumentando la anticipación. En el punto más alto, justo antes de la caída, ambos se miraron con sonrisas nerviosas.

-¡Allá vamos!

La montaña rusa descendió a gran velocidad, y los gritos de emoción de Valentín y Violeta se unieron a los de los otros pasajeros. Las vueltas, giros y caídas los hicieron reír y gritar de alegría, disfrutando cada segundo del paseo.

Al finalizar, ambos salieron con los rostros iluminados por la emoción.

-¡Eso fue increíble! Tenemos que hacerlo de nuevo.

-Definitivamente. Pero primero, ¿qué tal si probamos algo más tranquilo?

-Me parece bien. ¿Qué te parece el carrusel?

Se dirigieron al carrusel, una atracción clásica que evocaba nostalgia y encanto. Montaron en los caballos de colores brillantes, riendo mientras giraban lentamente al ritmo de la música.

-Es un contraste interesante después de la montaña rusa.

-Sí, pero me encanta. Es relajante y divertido.

Después del carrusel, exploraron el parque, probando diferentes atracciones. Desde los autos chocadores hasta la casa del terror, cada experiencia fue única y emocionante. Se perdieron en el laberinto de espejos, riendo al ver sus reflejos distorsionados y tratando de encontrar la salida.

-Esto es más difícil de lo que parece.

-Sí, pero es muy divertido. Mira, creo que la salida está por allá.

Finalmente, lograron salir del laberinto y decidieron probar suerte en los juegos de feria. Se acercaron a un juego de disparar pintura a los bolos, donde el objetivo era derribar tantos bolos como fuera posible.

-Esto se ve divertido. Vamos a intentarlo.

Tomaron los rifles de pintura y comenzaron a disparar, riendo cada vez que fallaban y animándose mutuamente cuando lograban acertar.

-¡Eres bastante buena en esto, Violeta!

-Gracias, pero tú también lo estás haciendo genial.

Después de varios intentos y muchas risas, decidieron que era hora de tomar un descanso y buscar algo de comer. Se dirigieron a una de las áreas de comida del parque, donde había una gran variedad de opciones.

-¿Qué te apetece comer?

-Estoy con verdaderas ansias de disfrutar de una deliciosa hamburguesa. ¿Y tú?

-Una hamburguesa suena perfecto. ¡Vamos a por eso!

Encontraron una mesa en una esquina tranquila y se sentaron a disfrutar de sus hamburguesas y refrescos. La conversación fluyó naturalmente, hablando de sus atracciones favoritas y de los momentos más divertidos del día.

-Este ha sido uno de los mejores días que he tenido en mucho tiempo.

-Estoy de acuerdo. Es genial desconectar y simplemente disfrutar del momento.

Después de comer, continuaron explorando el parque, probando más atracciones y juegos. Subieron a la rueda de la fortuna, disfrutando de las vistas panorámicas del parque y de la ciudad.

-La vista desde aquí es increíble.

-Sí, se puede ver todo el parque. Es hermoso.

A medida que el día avanzaba, decidieron probar una última atracción antes de irse: el túnel del amor. Aunque era una atracción romántica, ambos sintieron que era la forma perfecta de terminar el día.

-¿Te gustaría ir al túnel del amor?

-Me encantaría.

Subieron a una pequeña barca decorada con luces y flores, y se adentraron en el túnel. La suave música y las luces tenues creaban una atmósfera mágica. Valentín y Violeta se miraron, sonriendo, disfrutando de la tranquilidad del momento.

-Esto es realmente hermoso.

-Sí, lo es. Me alegra que hayamos venido.

El túnel del amor fue la culminación perfecta de su día en Fantasy Island. Salieron de la atracción con una sensación de felicidad y satisfacción, sabiendo que habían creado recuerdos inolvidables.

-Gracias por un día increíble, Valentín. No podría haber pedido una mejor compañía.

-Gracias a ti, Violeta. Ha sido un día perfecto.

Se dirigieron hacia la salida del parque, caminando juntos bajo las luces que comenzaban a encenderse. A pesar de estar cansados, sus corazones estaban llenos de alegría y gratitud por el tiempo que habían pasado juntos.

-¿Te gustaría que hiciéramos esto de nuevo algún día?

-Definitivamente. Ha sido uno de los mejores días de mi vida.

Salieron del parque y se dirigieron al coche, sabiendo que este día sería recordado por mucho tiempo. La conexión entre ellos se había fortalecido aún más, y ambos sentían que estaban construyendo algo especial y duradero.

Con una última mirada al parque, se subieron al coche y se dirigieron de regreso a casa, llevando consigo la magia y la alegría de Fantasy Island.

Una Vida Junto a Ti|+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora