Prólogo

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No importa si es día festivo, fin de semana o en este caso vacaciones, Ushijima no cancela su rutina de entrenamiento, así que como cada mañana realizo su recorrido trotando, pasando por la parte urbana, a nada de terminar decide extender su rutina, con la curiosidad de ir entre el camino rodeado de naturaleza, a pesar de estar sudado y a nada de desfallecer del cansancio, algo muy extraño y complicado para una bestia de la resistencia como el.

Pero algo parecía atraerlo a ese lugar, a lo mejor el olor único de los árboles, el sol otorgando sus primeros rayos o quizás el canto de las aves guiándolo, esperando encontrarse con la vista de las montañas al amanecer paró, sin embargo lo que debía ser el sol de mañana era obstruido por algo, o quizás alguien, no era extraño ver a alguien corriendo en la mañana, lo que era extraño es que alguien terminara el recorrido de una pendiente monstruosa en Miyagi como la que él acababa de hacer.

Sin embargo no era otro jugador o deportista que él reconociera o al menos eso creía, se encontró con una mujer algo único para el, será lo que quieran de torpe con el género opuesto, pero sabe sobre su tipo y diferenciar entre alguien linda a alguien común, una mujer de su edad probablemente, alta para ser mujer según el, mínimo media 1.72, lo mas impactante era su físico, para sus ojos deportistas podía notar unas piernas musculosas y definidas, postura erguida a la perfección, cabello oscuro y lacio de una largura media con un flequillo recto, ojos perdidos en el horizonte, labios gruesos de los que salían suspiros helados por el clima mañanero, se divisaba una piel bronceada, sin lugar a duda una mujer única. Diferente a las de su preparatoria.

Hipnotizado por la curiosidad decide caminar a paso lento y cuidadoso sin saber bien porque, una pequeña rama interrumpió su silencio, al ser pisada por su tenis, inmediatamente la joven volteó bruscamente hacia el sonido que irrumpió en su paz, Wakatoshi sin saber qué hacer hizo una reverencia de 90 grados al comprender que se siente ser interrumpido en una rutina, cuando se levantó con su voz en tono grave y alta se presentó.

- Una gran disculpa por distraerte, yo soy Wakatoshi Ushijim a, estaba a mitad de un entrenamiento- pronunció con un tono neutro.

Confundido por el silencio decidió acercarse al creer que no lo habían escuchado, sin embargo la muchacha retrocedió sin saber qué hacer , hasta que un pitido los escandalizó, era la pulsera digital para corredores de la joven, indicando que el descanso había terminado.

- Buenos días, me tengo que ir, disfruté lo que queda del recorrido- en tono bajo casi como un murmullo que Ushijima apenas y escucho claro.

Cuando abrió las boca para pedir su nombre lo único que vio fue la espalda de la mujer yendo a la pendiente siguiente, lo impactante era el ritmo y la facilidad que tenía para moverse como si volara en una montaña sin mucho oxígeno y muy demandante. Decidió regresar para empezar a practicar saques, determinado a correr a partir de mañana por ese camino para conseguir su nombre.

Je ne regrette rien (Ushijima Wakatoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora