Nunca antes se habían sentido tan calmados con alguien más a su alrededor, fue una caminata pacífica, un hombre que era lo suficientemente fuerte para conseguir que una mujer se apoyara en él sin miedo.
- Llegamos- Ushijima informó a la mujer que estaba con la cabeza enterrada en su hombro.
-Sobre mañana, no creo poder acompañarte a correr, lo siento mucho-Ren mencionó apenada.
-Lo importante es que te recuperes-
- Yo voy a entrar a atletismo me preguntaba si podríamos regresar a casa, digo los horarios van a ser similares y me gusta mucho caminar juntos, claro si no te molesta- Mientras bajaba de la espalda de Ushijima proponía muy nerviosa.
-A mí también me gusta caminar juntos, cuando comiences a ir nos organizamos, pero por ahora yo te voy a acompañar a la escuela cada mañana- El joven se dio a la tarea de desatar la chamarra de Satori de su cintura.
La mujer creía que era momento de regresar la de él, pero una gran mano lo impidió y le subió el cierre hasta el tope.
- No te preocupes, tengo muchas, quédatela siempre andas solo con tu camisa-Con una cara demasiado seria le estaba regalando su chaqueta.
-¿Estás seguro?-
-Si, entra ya es muy tarde no quiero que te enfermes más-
Comenzaron a caminar justo al frente de la cerca y cuando abríreron se encontraron con el perro de Ren recargado sobre la puerta con sus patitas delanteras en la cerca, se cayó de hocico, en cuanto se paró se fue con la cola en alto y se metió a su casa lleno de falso orgullo.
-Descansa Ushijima- Ren se apresuró a despedirse.
-Paso mañana temprano-
Y así fue como una despedida por primera vez en su vida se les hizo tan pesada, la mujer se fue a la cama después de doblar y dejar la chamarra de Wakatishi junto a ella. El joven para llegar más rápido a casa decidió correr un poco porque aunque le cueste admitir en la mañana sin Ren no rindió lo suficiente como otros días y aún así no entendía el motivo por lo que se sentía revitalizado a pesar de entrenar hoy.
Y como dijo, el cumplió y aunque se levantó veinte minutos antes llegó puntual a la casa de su amiga donde ella ya estaba esperando fuera pues no entendía porque se había emocionado tanto, después de un saludo le preguntó cómo se encontraba y cuando averiguó que ya se sentía mucho mejor se alivió pues su maestra ya podría ayudarlo a mejorar su resistencia y se haría un mejor deportista pero solo era por eso o no?
En todo el camino a pesar de que la mujer portaba un cubrebocas no paraba de hablar pero para Wakatoshi no era ningún inconveniente pues así siempre son los mejores dúos, uno habla y el otro escucha y sinceramente el graba cada palabra que le dice y no le pesa escucharla, en algún punto del camino Tendō se unió a la muy animada conversación de la mujer.
Para tener a dos parlanchines a cada lado el peli olivo no se quejaba y por otro lado, la mujer se sentía parte de algo, ya no tenía que caminar o muy atrás de las de su club o muy adelante, simplemente a lado de los demás.
Al estar enferma el entrenador de atletismo le dijo que le daba consideración una semana pero por la misma tenía que ir al menos la mitad de la practica para que se acoplara con los horarios y les diera un vistazo a los demás integrantes los cuales que digamos no estaban muy felices ya que su capitán iba a ser relevada por una persona non grata dentro de sus propios criterios.
Pero eso a ella ya no le importaba mucho que digamos es por eso que en cuanto pasó su media hora se levantó como resorte y comenzó a caminar pensando una excusa para no llegar a casa tan pronto. Como si fuese su destino escuchó un estruendo al dar la vuelta a la esquina, justo detrás de las canchas de voleibol, acercándose con la esperanza de poder encontrarse con alguno de sus dos amigos siguió el ruido.
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Je ne regrette rien (Ushijima Wakatoshi)
Fanfiction"Y desconfío, el miedo a dar un salto y encontrar vacío Ansío que esto que siento no sea mío ¿Por qué de pronto se siente tan frío? Parece que saber hacerse bien es todo un desafío" -Wos Donde una mujer alguna vez voló con sus propios pies en Tokio...