Chapitre one

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A partir de ese día, el jugador de voleibol hacia el mismo recorrido con la pequeña esperanza de toparse a la misteriosa joven, él creía que su anhelo de volver a verla era mera curiosidad, no todos los días veías a alguien flotar como pluma en una pendiente sin oxígeno y que no sudara un poco.

Y así fue cada día la encontraba o bueno su espalda, él espeso cabello oscuro que se movía  con ritmo, por más que le intentara seguir el ritmo a la misteriosa mujer era una tarea casi imposible y más aún su orgullo que se veía machacado al verla fresca y sin una gota de sudor, y verla tararear una canción que se oía incluso a través de sus audífonos, para ella eso parecía un paseo por el parque, uno lleno de baches, pendientes, curvas e incluso desniveles, lo que él creía se comprobaba cuando la perdía de vista, ella era única.

Como cada año ya era momento de regresar a clases normales, una academia de prestigio como la suya siempre busca alguna forma de regocijarse en los logros de sus alumnos, y los equipos deportivos eran el claro ejemplo, una ceremonia de ingreso con ellos en primera fila y vistiendo su uniforme deportivo pulcramente, académicamente no se quedaban atrás, y como cada año había un discurso por el mejor alumno de nuevo ingreso, para su sorpresa se encontró de cara con esa corredora misteriosa sentada en la primera fila, escuchando atentamente al orador de primer año.

Sorprendido intentó hacer memoria, en toda su bendita estadía de la escuela jamás la había visto,moviendo su cabeza de un lado al otro intentando recordar, confundió a su equipo que inconscientes movían la cabeza al mismo tiempo e imitaban su pose pensativa eso hasta que la voz del director académico habló.

- No es ninguna mentira que Shiratorizawa se encarga de apoyar a los alumnos, es por eso que el día de hoy es un placer darle la bienvenida a una nueva alumna, transferida desde el corazón de Tokio y ex miembro de la academia Borbon, una de las tres mejores del país, campeona nacional matemática y una gran deportista nacional en reposo- Con una gran sonrisa socarrona el director hinchó el pecho de orgullo para continuar.

- Jovencita Kibou Ren, por favor póngase de pie para recibir una bienvenida calida- enfatizó como una orden.

Inmediatamente la joven que se puso de pie para sorpresa de Ushijima era esa corredora, lo sorprendente fueron las muletas que portaba en ambos brazos, el doble de confundido alzó su ceja recordando esta mañana viéndola correr perfectamente, pero no esperaba la ola de cuchicheos a su espalda, sin mover la cabeza y solo escuchando.

- Qué hace aquí?
- No estaba lisiada de por vida
- Esa es Ren, esa Ren?
- Esta bien capitana?
- No siente vergüenza?

Murmullos que no parecían de buena fe, discretamente volteó para ver su origen, y sorpresa, el club de atletismo estaba muy animado, lo espectacular era la cara de la capitana, roja y temblando mientras torcía la cabeza con disgusto.

Regresó su mirada al frente al ver a la joven de flequillo hacer una reverencia y murmurar algo incomprensible para los demás.

Su amigo Satori que presenció todo se llenó de intriga, y reconoció a la mujer después de un rato, Ren, Ren, Ren, ya sabía!!! La joven tricampeóna de atletismo juvenil del país, pero en sus ojos veía un fantasma de lo que él recordaba, ¿Cómo aquella mujer encorvada, viendo sus zapatos, ojos perdidos, cabello desaliñado era la que recordaba ?Pues en una visita de apoyo a sus compañeros de atletismo a las nacionales, él tenía una imagen de una bella dama, postura orgullosa, ojos filosos y determinados, una actitud territorial, presencia absoluta y cabello corto perfectamente cortado y cuidado, era una milésima parte de lo que él había visto, y más aún después de aplastar a toda su competencia, sea hombre o mujer. Pero de donde conocía a su capitán?

Sin duda alguna un único inicio de año escolar.

Je ne regrette rien (Ushijima Wakatoshi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora