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POV Natasha

Llegamos al parque, bajamos del auto y comenzamos a caminar.

—Vamos a buscar los helados —Dice Wanda emocionada, que linda se ve —Están al otro lado del parque.

—Está bien, vamos. — Le digo con una sonrisa que no quiere desaparecer. Caminamos muy lentamente por el parque, sin hablar, solo disfrutando de la compañía de la otra. De repente me doy cuenta que ella no deja de verme. La miro de vuelta y ella aparta la mirada viendo hacia abajo. Luego volteó hacia a ver hacia el frente y ella vuelve a mirarme.

— ¿Que? —Le digo con una sonrisa.

— Nada. —Se ruboriza un poco.

—Dime.

—Nada.

—Wanda dime o me voy a mi casa.—Le digo bromeando. En realidad no quería volver a mi casa. La estoy pasando muy bien con Wanda. —Anda, dime.

— No es nada, solo es que...Usted es muy linda , solo eso.—Dice ruborizándose violentamente.

— Awwww Wanda —Le digo tomando su mano —Que tierna, gracias. — Enserio me gusto mucho que lo haya dicho y la forma en que lo hizo me hizo sentir... especial. Me hizo sentir bonita en realidad. No es que yo piense que soy fea, se que les gusto a los demás por la forma en que me ven, pero Steve me hace sentir que no soy lo suficientemente linda como para satisfacerlo, por algo se busca otras mujeres. Simplemente no soy suficiente.

—¿Está bien? —Me dice Wanda despertándome de mis pensamientos —Se desconectó.

—Si si estoy bien —Le digo con una sonrisa fingida. Me había olvidado de Steve y estaba teniendo una tarde linda, pero lo recordé y recordé lo que hizo y ahora me siento mal nuevamente.

—Si no me dice que tiene no habrá helado para usted. —Dice deteniéndose.

—Que cruel —Le dije riendo, Creo que esta bien si se lo cuento a alguien, tal vez y me haga mejor desahogarme con alguien, ¿Por que no ella? María está en california cuidando de su mamá por que está enferma y Clint está trabajando también como profesor en Chicago. — Te diré.

—Okey, solo quiero que sepa que no está obligada a decirme, era broma, pero si quiere contarme aquí estoy, solo no quiero que se sienta presionada a hablar conmigo.— Dice preocupada.

— No me siento presionada, tranquila. — Le digo tocándole el hombro — Creo que esta bien sincerarse con alguien.

—Bien, yo no le dire a nadie ¿Okey?, lo que me cuente morirá conmigo. — Me dice mirándome a los ojos, en su mirada veo la sinceridad con la que me está hablando y de la nada comienzo a sentir que puedo contarle todo, es absurdo sabiendo que la conozco desde hace unos pocos días, pero es una conexión, una sensación que no puedo explicar con palabras, simplemente puedo sentirlo y ya.

—Está bien Wanda — Le digo y ella sonríe.

—Bien, pero primero compraremos los helados y luego buscaremos un buen lugar para sentarnos y hablar ¿Le parece?.

—Sí, me parece.

~~~~~~~~~POV Wanda~~~~~~~~

Llegamos al puesto de helados y pedí dos, uno de vainilla para Romanoff y otro de chicle para mi. Nos dieron los helados y comenzamos a caminar disfrutando de el. A lo largo vi una banca alejada del resto.

— Mire aquella banca — Le digo a la maestra Romanoff señalando la banca — ¿Que le parece si vamos y nos sentamos ahí?

— Que buena idea —Comenzamos a caminar hacia la banca, llegamos y nos sentamos en silencio. No era un silencio incómodo, solo estábamos disfrutando del helado, cada una sumida en sus propios pensamientos. Cuando ella decide romperlo.

Dear teacher RomanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora