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POV Wanda

Baje del auto de la maestra Romanoff  y puedo sentir mis piernas temblando  cómo si fueran espaguetis. Hoy sentí una extraña tensión entre nosotras dos mientras estábamos en su casa. Sentía unas ganas inmensas de tirarme encima de ella y devorarla a besos.

Entro a mi casa y veo a Pietro en el sillón viendo televisión. En cuanto escucha que entro voltea y me mira serio.

—¿Dónde estuviste todo el día? —Reclama — O mejor aún, ¿Que hiciste todo el día con Romanoff? — Cambia su semblante de uno serio a uno juguetón — Mírate Wanda, tus piernas no paran de temblar. Diría que hicieron mucho Cardio —Suelta una risita burlona.

—No hicimos nada.

—¡Wanda! — Casi gritó saltando del sillón para dirigirse hacia mi y agarrarme por los hombros y sacudirme —Anda dime quiero saber.

—Es la verdad Pietro — Me rio y me suelto de su agarre para subir a mi cuarto y dejarlo ahí pero el subió corriendo y empujándome hacia mi habitación para encerrarnos ahí.

—¿Enserio no me dirás?— Pone una mirada de cachorro.

—Sabes que te diré, tonto— Le afirmo acostándome en mi cama boca arriba y el hace lo mismo.

Le comienzo a contar lo que pasó, las ganas inmensas que sentí de besarla y de la tensión que se sentía en esa casa.

—Ella quiere contigo —Concluye el.

—Claro que no —Niego —Está casada.

—¿Y?

—Y también es hetero.

—¿Y que? —le restó importancia encogiendo los hombros.

—Y es mayor que yo y también debe de amar a su esposo. Ni siquiera se le cruzaría por la mete alguna idea de que ella y yo podamos...—hago una pausa— Ya sabes.

—Tener sexo, Wanda —Completa rodando los ojos y yo asiento —Mira, número uno, existe el divorcio. Número dos, Nadie es 100% hetero. Número tres, para el amor no hay edad y Número cuatro y último, estoy más que seguro que entre ellos no hay amor —Finaliza mirando sus uñas.

—¿Por que lo dices? —Me siento en la cama y el hace lo mismo.

—El viernes pasado salí a dar una vuelta por ahí. Iba yo normal, caminado, relajado, ya sabes disfrutando de la tarde —Hace una pausa, esta haciendo el cuanto muy largo.

—¡AL GRANO! — Me exasperó.

—Okey, Okey — Se burla —Cuando voy caminado volteo a ver hacia la otra calle y veo a la maestra Romanoff y al maestro Steve sentados adentro de una cafetería a la orilla de la ventana. Desde lejos se miraba que estaban enojados y yo pues sabiendo que a ti te gusta cruzo la calla para acercarme y ver más de cerca y darme una idea de lo que está pasando.

—Eres una vieja chismosa —Le pego suavemente en el estomago y el solo ríe.

—Cállate y escucha. Me acerco y da la casualidad de que la ventana está abierta, aprovecho y me acerco un poquitito más para escuchar algo y dicho y echo, los esposos estaban peliando, ella le decía que no creía en el, que era un mentiroso e infiel y el decía que dejara de recordar eso, que para eso estaban ahí, para olvidar y comenzar de nuevo —Hace una pausa y luego agrega —Yo me fijé en el rostro y ojos de la maestra Romanoff y lo único que encontré fue decepción, tristeza, enojo, duda pero amor —niega y ríe —amor ya no hay, Wanda.

Me quedo callada analizando todo lo que acaba de decir, quizás el tiene razón y esa relación ya está rota, pero si ya no siente amor por el ¿Por que no lo deja?

—Sabes que —me levanto y lo tomo de las manos para sacarlo de mi cuarto —Tengo sueño y me quiero dormir

—Bueno, si eso quieres —Se dirige a la puerta —Buenas noches, te amo hermanita

—Ajá si yo también —Cierro la puerta y voy directo al baño.

Necesito un largo y caliente baño para quitar aunque sea por un segundo a la maestra Romanoff de mi
mente y luego me iré a dormir.
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Despierto temprano a la mañana siguiente, es un milagro que despertara temprano, creo que hoy será un buen día, me baño, me pongo ropa cómoda, me peino y bajo a desayunar algo encontrándome con Pietro en la cocina y a Peter en el sillón.

—Buenos días, bella durmiente —Dice Pietro poniendo unas tostada en unos platos —Despertaste temprano hoy

—Increíble, ¿No? —Me burlo —Anoche me dormí muy temprano —agrego sentándome al lado de Peter —¿Me llevaran hoy? —Le pregunto.

—Sí —Dice con una sonrisa cálida —Y creo que tu castigo terminará antes de tiempo, ya ha sido suficiente castigo —Le sonrío.

Pietro aparece con tres platos y tostadas en ellos. El es el que siempre cocina, a mi no me gusta cocinar y a Peter tampoco, el es el único que disfruta cocinar y sinceramente lo hace de maravilla.

Comenzamos a comer en silencio viendo la televisión, siempre cuando comemos en silencio y viendo la televisión se crea un aire de tristeza, sé que los tres recordamos a mamá. Ella solía sentarse con nosotros a comer y hacia chistes de vez en cuando provocando la risa de los tres.

—Papá volverá hoy en la tarde —Dice Peter rompiendo el silencio —Le gustaría que estuviéramos los tres para recibirlo.

—¿Y cuando volverá a irse? ¿Mañana? —Digo sin ganas.

—No lo sé, el no lo dijo —contesta —No lo culpes por dejarnos solos, Wanda.

—No lo hago —Respondo a la defensiva.

—Sí lo haces, siempre que el está lo tratas como si fuera un desconocido, se ven como cuatro veces al mes y cuando lo ves no puedes hablar con el ni diez minutos siquiera —Me dice con enojo pero suavemente, tratando de no levantar la voz.

—Lo veo cuatro veces al mes por que el quiere, su trabajo no lo necesita fuera tanto tiempo pero el se va por que no quiere estar aquí —Elevo un poco la voz.

—Es su manera de cargar con la muerte de mamá —Susurra —Sabes que el no lo supera todavía.

—¿Y acaso nosotros si? —Preguntó cínica —¿Acaso no lo necesitábamos? El se alejó desde que mamá murió dejándonos completamente solos como si el no fuera importante, como si su ausencia no nos hiciera sentir mal, nos dejaba con niñeras y se iba —Digo al borde de las lágrimas y no pienso soltar ni una —Éramos unos niños cuando mamá murió, necesitábamos el apoyo de nuestro padre y el nunca estuvo.

—Chicos —interrumpe Pietro —se nos va a hacer tarde, mejor cálmense y vámonos —Se pone de pie agarrando nuestros platos.

Salimos de casa sin decir nada, ahora me siento triste, genial, se supone que hoy sería un buen día, tal vez y mejora en el transcurso del tiempo.

Dear teacher RomanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora