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POV Wanda

Ya va un mes desde que me encontré a la maestra Romanoff en la biblioteca y desde entonces hemos estado frecuentando el parque. Nos hemos vuelto un poco cercanas o eso creo, tal vez amigas, o tal vez no amigas pero no es una relación normal de profesora-alumna, pero tampoco somos amigas íntimas de toda la vida, es... extraño, pero no de mala manera. Lo que quiero decir es que hay un poco más de confianza y seamos casi casi amigas.

Hoy es lunes y solo falta un mes más para que el ridículo, absurdo y pedorro castigo de los chicos acabe, ya medio me acostumbre y he estado llegando más o menos a tiempo, solo unos cinco minutos después de que toquen el timbre.

Llego a la universidad y apenas entro y tocan el timbre, llegue más temprano hoy, intento llegar más temprano los lunes por que a primera hora me toca con el nahual de Steve y el me deja fuera del aula, la semana pasada llegue solo ¡Dos minutos tarde! Solo fueron dos minutos y me dejó fuera, es ridículo, me cae mal. Y tal parece que el y la maestra Romanoff arreglaron las cosas, ella lo perdonó, no se nada más de eso. Yo en lo personal no perdonaría una infidelidad, menos de alguien como Steve pero ella debió tener sus razones para hacerlo.

Entro al aula y lo veo coqueteando con unas alumnas ¡Ven, de eso es lo que hablo! ¡Es desagradable! No respeta a su esposa ni siquiera en su lugar de trabajo. La clase sigue con normalidad y puedo notar la insistente mirada de Steve sobre mi, intento ignorarlo pero se me es imposible.

—Entregaré los trabajos que me dieron la semana pasada, los llamaré a cada uno y vendrán a recogerlos.—Dice Steve.

Comienza a llamar uno por uno para entregar los trabajos, cuando llega al último se lo entrega y se sienta ¿Y yo que? ¿Por que no me llamo? Estoy más que segura que lo entregue ¿Debería acercarme y preguntarle? No, de seguro solo se le quedó o algo parecido, a demás no quiero hablarle.

Termina la clase y yo tomo mis cosas con rapidez para salir de ahí cuanto antes pero cuando estoy apunto de cruzar por la puerta alguien me llama y oh que grata sorpresa, no es nada más y nada menos que nahual Steve.

— Wanda ¿Podríamos hablar unos minutos? —Me llama.

— Ajá— Me acerco un poco — ¿Que necesita?— El se mantiene callado y cuando solo quedamos nosotros dos en el aula habla.

—El trabajo que entregaste estuvo muy bien, fue el mejor trabajo. —Dice acercándose.

— Ehh...Gracias —Digo dando un paso atrás.

— Yo solo quería felicitarte por eso — Dice mientras extiende la mano con el trabajo en ella —Felicidades, tuviste la calificación más alta —Dice acercándose más con una estúpida sonrisa en el rostro.

—Gracias —Digo alejándome — Se me hará tarde, tengo que irme.

—Claro, nos vemos mañana Wanda, Cuídate.

No le respondo y salgo de ahí ¿Que pretendía con esa "Sonrisa encantadora"? ¿Pensaba que me derretiría como las otras alumnas? Ja, Ni loca. Por su esposa sí, por el JAMÁS. Por ningún hombre en realidad, no me gustan.

Agilizo el paso para ir al salón de la maestra Romanoff, las dos tenemos hora libre y vamos a su oficina para platicar, siempre le llevo un café del que le gusta y por culpa de Steve ya perdí varios minutos de estar con ella.

Al fin llego a su oficina, toco la puerta y escucho un "Adelante", así que abro y me la encuentro sentada en su silla, con las piernas cruzadas, sus lentes puestos y un libro en la mano. Me quedó parada en la puerta viéndola como estúpida.

—¿Te quedarás ahí parada o vas a entrar? Quiero mi café —dice con una pequeña sonrisa levantando la mirada sobre sus lentes ¡DIOS!

—Ehh...Yo...solo estaba...—¡CARAJO! Estoy tan nerviosa que no me salen las palabras completas, parezco estúpida en frente de ella.

—Tranquila, pasa Wanda —Dice con una sonrisa más grande.

Pasó cerrando la puerta detrás de mi y me siento en la silla frente a su escritorio mientras le entrego el café.

—Muchas gracias —Dice con una sonrisa poniendo su libro en su escritorio —¿Por que tardaste tanto?

—Oh no es nada, el maestro Steve me entrego un trabajo.

—¿Por eso tardaste tanto?—Dice tomando un sorbo de su café.

—El me felicitó por el trabajo, dijo que fui la nota más alta.

—Mmm —Dice mirándome con seriedad —Pues felicidades, eres una alumna excepcional —Dice haciendo que me sonroje.

— Gra-Gracias —Le digo mirando hacia abajo.

— Wanda creo que no podremos ir al parque hoy —Dice y levanto la vista para verla y tiene una expresión de decepción.

—Oh...No hay problema, podemos ir el viernes —Digo con una pequeña sonrisa.

—Lo siento Wanda en serio, el viernes pasado tampoco pude ir y lo lamento —Dice con un tono de tristeza —¿Te parece si vamos mañana? Pero si tienes algo que hacer no hay problema. —Dice sorprendiéndome, se supone que solo vamos los lunes y viernes por la tarde pero el viernes pasado no pudo ir por que Steve quería ir al cine.

—Podemos ir mañana, no se preocupe —Digo sonriéndole cálidamente.

—Bien, entonces mañana será — Sonríe ampliamente. Nos quedamos mirándonos en silencio sonriendo y siento que me pierdo en su mirada.

—¿Que libro está leyendo? —Le pregunto al notar el libro en el escritorio.

—Oh, La metamorphosis de Franz Kafka. — dice agarrándolo —¿Te gustaría leerlo? Puedo prestártelo cuando lo termine, solo me quedan unas cuantas paginas.

—Ya lo leí, pero gracias —Digo sonriéndole y ella levanta ambas cejas en señal de sorpresa.

—Interesante, Señorita Maximoff —Dice con humor provocando mi risa —Tienes una linda sonrisa —Suelta de la nada y mis mejillas toman un color rojo intenso.

—Emm...Y-Yo...Gra-Gracias—¡¿Por que carajo me pongo tan nerviosa?!no es como que nunca me han dicho un cumplido pero cuando ella lo hace me pongo roja como un tomate.

Mira la hora y levanta la mirada encontrándose con la mía.

—Ya es hora de que vayamos a la siguiente clase —Dice levantándose —¿Vamos? —Pregunta abriendo la puerta de su oficina, me levanto y salgo detrás de ella, no puedo evitar bajar la mirada hacia su trasero ¡Dios mío! ¿Será real o es operado? ¡Wanda, contrólate! Deja de verle el trasero pervertida.

¡Claro que no la vería con esos ojos! pero no puedo evitar bajarlos ¡Que ganas de arrancarme lo ojos tengo en estos momentos!

—Wanda —Dice dándose la vuelta y yo levanto la vista rápidamente — Entra — dice abriendo la puerta del salón, me toca con ella la siguiente clase, que bendición. Entro y me voy a las silla de adelante frente a su escritorio.

Entra el resto de estudiantes y la clase comienza. En varias ocasiones conectó miradas con la maestra Romanoff y sonreímos. La clase termina y cuando paso por su lado me despido.

—Hasta mañana, maestra Romanoff—Le sonrió.

—Hasta mañana, Wanda— Sonríe devuelta — Que tengas un lindo día.

Salgo y me dirijo a mi siguiente clase, no podré verla hoy.

Dear teacher RomanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora