El amor.
Una mezcla de sentimientos y emociones.
La droga más adigtiva.
El elemento más poderoso.
Y el arma más destructiva.
El humano ha encontrado muchas formas de describirla y aun así para el propio ser sigue siendo un enigma, tan misterios...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La preparatoria es una etapa más ligera para los jóvenes, hablando socialmente. Los grupos se vuelven selectivos eligiendo quien entra a su círculo social. Sin embargo la presión de tener un estatus ya no ahoga a los estudiantes, si destacas, destacas y sino, pues no era a fuerzas.
Empiezan a aceptar quien son y lo que les gusta, por ende prefieren juntarse con personas que compartían el mismo gusto. Aun con eso dicho no se podía eliminar el problema de sentirse socialmente aceptado. Solo si se arrancará de raíz tal vez había esperanza, pero era un caso perdido, ya estaba arraigada en las cabezas de las futuras generaciones.
Ese es el caso con los problemas alimenticios, no tienen una edad fija de cuando se presentan. Eran un tema tabú casi como el embarazo. Se escuchaban siempre rumores de que alguien los sufría, pero solo quedaba en eso. A ciencia cierta nadie lo sabia con seguridad y tampoco es como si les importara.
La crueldad a veces viene de muy joven.
Una sociedad interesada en si misma, egoísta con su empatía. Si no eran amigos o familia era mejor ignorar a quien estaba sufriendo porque no era su deber. O eso fue lo que les inculco una sociedad resentida.
Para Chara, era lo mismo, amigos, conocidos, familia, todos le daban igual, si eso no le ofrecía un beneficio podían irse al carajo. Frisk y Core, eran sus ases bajo la manga cuando lo necesitaba y ellas eran tan tontas de aventarse a un pozo si lo hacía primero.
Si el novio la engaño, Frisk, estaba preparada para empezar con los chismes y arruinar la reputación del bastardo. Si el maestro la reprobó, Core, hacia de todo para cambiar sus calificaciones. Si la regla no le llegaba, ambas corrían a buscarla.
Por ende si un chico le llamaba la atención movían cielo, mar y tierra por que terminara con él, porque donde pone la mira, pone la bala.
- ¡Chara! - Se asomo al baño una castaña gritando a su amiga parada enfrente del espejo agregando más rímel a sus pestañas, solo faltaba un poco mas para que parecieran patas de araña como le gustaba. - Ahí viene Geno, date prisa - Apresuró moviendo las manos ansiosa, haciendo sonar sus largas uñas.
- Justo a tiempo. - Sin perder tiempo guardo emputiza sus cosas y acomodo el relleno de su sostén. La podías definir como el estereotipo de la típica chica básica popular por sexualizar su cuerpo. Con ligeras diferencias. - Como me veo? - Pregunto alborotado por último su cabello liso.
- Deseable mami - Le contesto con un tono de confianza y mucha obviedad. Se hizo a un lado para que saliera primero, siguiéndole por detrás como chinche.
