El amor.
Una mezcla de sentimientos y emociones.
La droga más adigtiva.
El elemento más poderoso.
Y el arma más destructiva.
El humano ha encontrado muchas formas de describirla y aun así para el propio ser sigue siendo un enigma, tan misterios...
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Blue Berry Corn, muchacho de familia pudiente, con un padre basquetbolista, de los mejores podría decirse. Sus jugadas eran magistrales. Comercializaba con su cara.
Siempre ha tenido todo en la vida. Fama, dinero, salud. Solo debía mirarse en el espejo para sonreír vanidoso, halagando su autfit como a él mismo por verse asombroso. Ropa de moda cara, accesorios que no le sirven para nada, igual o más caros y una cara bonita, una que parece de bebé. Arrugó el ceño molesto de su cara de niño de 5 años, en su familia todos eran altos y musculosos. Su padre le debió heredar su grandiosa genética pero no... Aun seguía siendo más bajo que los otros niños de su edad, su cara de bebé no lo ayudaba y ni hablar de su complexión delgada. No importa cuanto se midiera o pesará en la báscula solo se llevaba decepción.
Su hermano le robo todo lo bueno, él era alto, guapo y fuerte, un gigante en comparación. No veía la hora de que ya llegara ese momento de dar el estirón y ser el poste de dos metros que debía de ser. Exactamente como su padre.
Bajo apresurado con la mochila en los hombros dirigiéndose exactamente a la cocina a tomar la caja de leche del refrigerador y bebérsela a lilo. Según los médicos en tiktok decían que si bebía mucha leche tal vez crecería. Lamentablemente su crecimiento no era algo se pudiera acelerar.
- ¡Ya me voy! - Grito desde la salida, pero nadie contesto. Con la barriga llena de leche y la soledad de su lado se encaminó a la preparatoria. Hoy tenía algo importante que hacer, demostrarle a Ink y Dream como se conquista un corazón y por fin ganarse el puesto de líder que merecía. Cuando lo hiciera tendría el poder de hacer lo que quisiera y lo principal que tenía en mente, cambiar el color del uniforme del concejo estudiantil. Ink eligió un café horroroso y soso, diciéndole "es para verte sobrio y serio". Aburrido diría. No le agradaba para nada verse como un estirado, su estilo eran los colores mas increíbles, como el azul, por algo lo tenía de nombre. Al concejo estudiantil le hacia falta un buen líder que sepa integrarse con los populares y tenga sentido de la moda, que bueno que el existía. Sin embargo Ink siempre le negó cualquier idea que tuviera, argumentando que no sería nada profesional viniendo de un niño. Ya lo vera, iba a darse cuenta de quien es el verdadero hombre y lo haría tragarse sus palabras.
Por el lado de los enamorados no tan enamorados teníamos a Renrik y Queen. No había cosa más maravillosa en la vida para el morocho que tomar la mano de su novio. Ay adoraba la palabra. Eran cosas simples que con cualquier otra persona podía hacer, no era necesario que el albino ocupara ese lugar, pero no, lo especial que hacía esa pequeña muestra es hacerlo con quien aceleraba su corazón como un motor de rápido y furioso.
Geno ya no se negaba tanto a las muestras de afecto del morocho, sin embargo todavía no le devolvía nada, ni tomaba iniciativa en nada. Sus expresiones no reflejaban incomodidad pero tampoco alegría.
