El amor.
Una mezcla de sentimientos y emociones.
La droga más adigtiva.
El elemento más poderoso.
Y el arma más destructiva.
El humano ha encontrado muchas formas de describirla y aun así para el propio ser sigue siendo un enigma, tan misterios...
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Las hadas viven en los bosques. Nadie las puede ver, se la pasan escondidas en su hogar. Solo hubo una vez que un humano incautó por el rabillo del ojo capto una y como si se tratara de magia cayo en el amor a primera vista. Ahora con dulces, flores y regalos de todo tipo llamará su atención.
Sábado 10:00, buena hora para salir en busca de algún lugar donde vendan flores. Nunca fue de levantarse temprano por las buenas. De hecho su madre batallaba cada mañana cuando se trataba de mandarlo a la escuela, hoy lo hacía con gusto. Su primera cita fuera y muy lejos de la preparatoria, con el albino. No podía arruinarlo. Se había arreglado bien temprano para llegar antes de la hora acordada. Ya estaba bien bañadito y perfumado con la loción que tenía guardada y nunca se ponía. Estaba hablando de un evento especial tenía que usarlo para ocultar sus olores fuertes. No lo vaya a espantar oliendo a sudor.
Reviso la hora después de envolver las rosas que le llevaría a su enamorado, 1:00 pm. Llego la hora de marcharse, con una sonrisota salió por patas de casa. Le emocionaba verlo otra vez, no importa que pudiera hacerlo todos los días en la escuela, eso no le bastaba. Ya necesitaba hacerle alguna colección de fotos para poder hacerlo a cualquier hora del día. En su WhatsApp tenía una foto artística de si mismo. No era suficiente pero por el momento se conformaba. Adoraba apreciarla cada que lo extrañaba y recordarse que ese era su novio.
Casi le da la pálida cuando recordó que no se había puesto desodorante. Menudo idiota. Ya estaba en el camión ni como hacerle. Esperaba que la loción le durara todo el día para amortiguar el olor. Si no tendría que mantener los brazos abajo.
Todo el camino se la paso ensayando su entrada. Pensaba saludarlo con un chiste o tal vez quedaría mejor un piropo, definitivamente lo haría con un piropo. Y el debate en su mente comenzó.
Se le ocurrieron algunos como. Te dolió cuando te caíste del cielo pequeño ángel. Veo tus labios y me da curiosidad si sabran tan dulces como parecen. El sol envidia tu brillo. Si no estuviera enfrente de tu casa ya te hubiera comido bombón. Agradezco a tus padres por crear a tan bella obra de arte. Afrodita siente envidia de tu belleza. Eres un diamante entre tanta piedra.
Entre muchos otros más igual de malos.
Hizo la parada una vez llego al lugar, los camiones no te dejan exactamente en el lugar que quieres así que todavía tuvo que caminar. Se le había olvidado que en las manos llevaba un ramo de flores que le compró, las pobres ya estaban aplastadas y habían perdido uno que otro pétalo. Por andar con las prisas no tuvo cuidado. Trato de revivirlas un poco acomodandolas mejor y de plano unas si las tiro. Maldita sea, esperaba que le gustaran y no notará los pequeños detalles.
