𝖀 | ❝ But it's so hard. When it feels like my fault When I keep 'em so far. Happens when I go dark
I'm so unsteady ❞
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Annabella Riddle, una formidable aurora temida por su apellido...
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Capítulo 13.
"PHOTOGRAPH"
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Annabella despertó con un dolor punzante en la cabeza, la boca seca y una sensación de desorientación. Mientras luchaba por abrir los ojos, escuchó movimiento proveniente de fuera de su habitación. En un instante, la adrenalina superó su resaca.
Silenciosamente, agarró su varita de la mesita de noche y se levantó, ignorando el mareo que la invadió. Con pasos cautelosos, se asomó al pasillo.
El ruido venía de la cocina. Annabella avanzó, varita en alto, lista para enfrentar al intruso. Al entrar, se encontró cara a cara con Harry, quien sonrió y levantó las manos en señal de rendición.
—¿Vas a arrestarme, Riddle? —bromeó Harry.
Annabella bajó la varita, confundida. —Podría, por allanamiento de morada.
—Si no fuera por mí, habrías amanecido en el bar —respondió Harry, volviendo a servir los platos en la amplia isla—. Estabas bastante... alegre anoche.
Fue entonces cuando Annabella notó el desayuno preparado: huevos revueltos, tostadas con mermelada de frambuesa, y una taza de té negro.
—¿Cómo...? —comenzó a preguntar.
Harry la interrumpió con una sonrisa. —Recuerdo que siempre pedías lo mismo en Hogwarts. Supuse que seguiría siendo tu favorito.
Annabella sintió una calidez en el pecho. —Gracias por traerme a casa.
—No es nada —respondió Harry, encogiéndose de hombros—. Ven, siéntate.
Ambos se acomodaron en la isla de la cocina. Annabella tomó un sorbo de té, agradecida.
—¿Por qué no te fuiste? —preguntó, curiosa.
— Míralo por ti misma — Señaló al televisor prendido en las noticias.
Annabella giró para ver las noticias: imágenes de calles inundadas en Londres llenaban la pantalla.
— El ministerio comunicó que todos deberían trabajar desde casa hoy —explicó Harry—. No esperan que nadie se reporte al ministerio con este diluvio.
Annabella se quejó, frotándose la frente. —Mi cabeza me está matando.
—La resaca suele hacer eso —comentó Harry, divertido.
—Espero no haber dicho nada demasiado vergonzoso anoche —murmuró Annabella.
Harry rio. —Oh, dijiste muchas cosas, pero nada fuera de lo normal.
