𝖀 | ❝ But it's so hard. When it feels like my fault When I keep 'em so far. Happens when I go dark
I'm so unsteady ❞
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Annabella Riddle, una formidable aurora temida por su apellido...
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Capítulo 34.
"WE'LL BE ALRIGHT"
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1ERO DE SEPTIEMBRE 2014
Habían pasado varios meses desde que Annabella Riddle regresó, y el mundo mágico finalmente había vuelto a la normalidad. La noticia de que ella nunca murió había causado un revuelo inicial, pero con el tiempo, la sorpresa dio paso a la aceptación y la alegría.
Harry Potter había recuperado su chispa como Jefe de Aurores. Su sonrisa, que había estado ausente durante tanto tiempo, volvía a iluminar los pasillos del Ministerio. Annabella, por su parte, había retomado su puesto como aurora, trabajando codo a codo con Harry y demostrando que no había perdido ni un ápice de su habilidad.
El laboratorio que había mantenido a Annabella cautiva durante un mes había sido cerrado, y los responsables de anunciar su muerte prematuramente fueron arrestados y llevados ante la justicia. La verdad salió a la luz, y el Ministerio fue forzado a disculparse públicamente por su engaño.
Elise y Sébestien, los amigos franceses de Annabella, decidieron mudarse definitivamente a Inglaterra. La pareja se había enamorado del país y de la comunidad mágica británica.
Incluso el juicio de Delphini, la hermana de Annabella, había concluido hace algunas semanas. Aunque no fue sentenciada a cadena perpetua, sí recibió una condena de varios años en Azkaban. Annabella, a pesar de todo, se aseguraba de que su hermana estuviera bien.
Era el 1 de septiembre, el cumpleaños de Annabella. La mañana llegó con los cálidos rayos del sol filtrándose a través de las cortinas de la habitación en la casa de Andromeda. Harry, despierto desde temprano, comenzó a cubrir el rostro de Annabella con suaves besos mientras cantaba "Feliz Cumpleaños" en voz baja.
Annabella se rio, despertándose lentamente.
—Mmm, qué manera tan agradable de empezar el día —murmuró, estirándose.
—Feliz cumpleaños, bonita —dijo Harry, besando su nariz.
—Gracias, amor —respondió Annabella, incorporándose en la cama.
Bajaron al primer piso y se encontraron con una agradable sorpresa. La sala estaba decorada con globos y serpentinas, y un gran cartel que decía "Feliz Cumpleaños, Annabella" colgaba de la pared.
Teddy, que estaba a punto de comenzar su sexto año en Hogwarts, corrió hacia su tía y la abrazó con fuerza.
