𝐂𝐀𝐏 11

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En la calma de la biblioteca de Rocadragón, la luz de las antorchas ilumina los estantes llenos de antiguos manuscritos y pergaminos

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En la calma de la biblioteca de Rocadragón, la luz de las antorchas ilumina los estantes llenos de antiguos manuscritos y pergaminos. El ambiente es tranquilo, interrumpido solo por el ocasional crujido de las páginas de un libro viejo. Daemon, sentado en una gran silla de roble, está absorto en la lectura, su expresión seria y pensativa. En contraste con su pasado de inquietud y desapariciones, ha encontrado en la lectura un nuevo refugio.

Me acerco a él, mis pasos resonando suavemente en el suelo de piedra. La estancia está impregnada del aroma de pergaminos antiguos y de la tenue fragancia del mar que se cuela por las ventanas abiertas. Me detengo frente a la mesa de madera oscura donde Daemon está inmerso en su lectura, mi mirada fija en su figura, notando cómo el tiempo y la quietud han suavizado sus rasgos, dándoles una nueva profundidad.

—¿Quieres volar conmigo? —le pregunto, mi voz rompiendo la paz del momento. Me siento con cuidado en el borde de la mesa, acomodándome con una mezcla de gracia y deliberación.

Daemon levanta la vista del libro, sus ojos buscando los míos con una mezcla de sorpresa y curiosidad. El silencio que sigue es denso, cargado de las palabras no dichas que siempre parecen flotar entre nosotros. Finalmente, cierra el libro con un suave chasquido, sus dedos trazando la tapa de cuero como si se despidiera de un viejo amigo antes de dirigir toda su atención hacia mí.

𝑭𝒊𝒓𝒆, 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝒍𝒐𝒗𝒆 - 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora