𝐂𝐀𝐏 16

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Mi mente aún escucha el llanto de mi niña, Daenys

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Mi mente aún escucha el llanto de mi niña, Daenys. Es un eco desgarrador que resuena en mi cabeza, incesante y torturador. Mi visión está borrosa por las lágrimas que no me permito derramar, y el dolor en mi garganta es un nudo que me asfixia. Mis brazos, agotados y doloridos, cuelgan a mis costados como si fueran de plomo.

Todo me duele. Mi corazón, hecho pedazos, late con una desesperación sombría que solo conoce la pérdida.

Levanto la vista con dificultad y encuentro barrotes de hierro frente a mí. Estoy en el calabozo, un lugar oscuro y húmedo que refleja perfectamente mi estado de ánimo. Pero el lugar en sí no me importa; lo único que ocupa mi mente es el recuerdo de mi hijo. Puedo ver su rostro pálido y el horror en sus ojos, la sangre que brotaba de su boca como un río imparable. Es una imagen que me consume, un tormento que me hace desear la muerte para escapar de este dolor insoportable.

La puerta del calabozo se abre con un chirrido metálico, y no hago el menor esfuerzo por levantar la vista. Sin embargo, el destello del vestido verde en mi visión periférica me hace saber quién ha entrado. Es Alicent.

—Quitenle las cadenas —ordena con una voz firme y autoritaria. Los pasos de los guardias resuenan en la fría piedra mientras se acercan a mí, y siento cómo me quitan las cadenas que han mantenido mis brazos atados. La liberación física es insignificante en comparación con el peso de mi pena.

𝑭𝒊𝒓𝒆, 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝒍𝒐𝒗𝒆 - 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora