En la gran sala de Rocadragón, el Consejo se reunió alrededor de la mesa de piedra, donde un mapa detallado de Westeros yacía desplegado. Las llamas de las antorchas proyectaban sombras inquietantes sobre los rostros tensos de los consejeros. Rhaenyra se mantenía de pie al final de la mesa, su expresión era un reflejo de la furia que ardía en su interior.—Criston Cole ha conseguido lo que quería —dijo, con el ceño fruncido mientras señalaba el mapa—. Muchos de los señores de las Tierras de la Corona han jurado lealtad al usurpador.
La rabia creció en los ojos de Rhaenyra, sus labios apenas murmuraron una maldición mientras intentaba mantener la compostura. Sabía que mostrar debilidad ante el Consejo era un error.
—Esos traidores merecen morir por su traición —susurró, apretando los puños.
Uno de los consejeros, Lord Corlys Velaryon, la Serpiente Marina, se inclinó hacia adelante, su mirada fija en Rhaenyra.
—Quizás es el momento de actuar, Vuestra Gracia —dijo en un tono grave—. Deberíamos volar sobre ellos y quemarlos con fuego de dragón antes de que su ejército se haga más grande. Es mejor acabar con ellos ahora, mientras están desorganizados.
Rhaenyra asintió lentamente, evaluando las palabras de Corlys. La tentación de erradicar a sus enemigos de una vez por todas era fuerte, pero sabía que cualquier decisión tomada precipitadamente podría ser un error fatal.
De repente, la puerta de la sala se abrió de golpe, y Baela Targaryen entró apresuradamente, con la respiración agitada. Se inclinó rápidamente ante la reina antes de dirigirse al Consejo.
—Su Majestad, tengo noticias de Criston Cole —anunció—. Estuve vigilando desde el cielo, y puedo confirmar que está movilizando a sus tropas. Parece que planea algo grande.
Rhaenyra frunció el ceño, sus pensamientos giraban rápidamente mientras trataba de decidir el próximo movimiento.
—Iré yo misma —dijo finalmente, con resolución en su voz.
—¡Tú no puedes ir! —protestó Jacaerys, su hijo, dando un paso adelante con indignación—. Eres la reina, y si te perdemos, todo se irá al infierno... Yo voy, mándame a mí.
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𝑭𝒊𝒓𝒆, 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝒍𝒐𝒗𝒆 - 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍
Diversos𝑭𝒊𝒓𝒆, 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍 Daenerya Targaryen, la segunda hija del Rey Viserys y la Reina Aemma. A los 15 años fue casada con Ormund Beratheon, cuyo matrimonio no termino bonito que dígamos... Los Beratheon...