𝐂𝐀𝐏 14

1.4K 106 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la sala del Consejo, Otto Hightower va y viene frenéticamente, sus pasos resonando en el mármol como un tambor de guerra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la sala del Consejo, Otto Hightower va y viene frenéticamente, sus pasos resonando en el mármol como un tambor de guerra. El entrecejo fruncido y los labios apretados reflejan su frustración.

-¿Cómo es posible? -exclama, agitando las manos en el aire, su voz cargada de incredulidad y enojo-. ¡La ciudad está en completo caos y ustedes se dedican a sembrar aún más desorden!

Me recuesto en mi asiento, observando el techo con desdén, mientras Daemon, a mi lado, parece que apenas soporta la molestia que le causa Otto. Un largo suspiro escapa de mis labios antes de ponerme de pie, mis movimientos lentos y deliberados.

-La ciudad está sumida en el caos -comienzo, mi voz rezuma impaciencia-. Si ustedes se dignaran a ver más allá de sus narices, notarían...

Antes de poder continuar, la Reina Alicent se levanta con un movimiento brusco, su rostro muestra una mezcla de reproche y preocupación.

-¡Claro que lo vemos! -interrumpe, su tono pretende ser firme, pero el temblor en su voz la traiciona-. Desaparecen sin aviso, y ahora regresan para sembrar el pánico. ¡Esto es inaceptable!

Una sonrisa sarcástica se forma en mis labios mientras la observo. Daemon, sin dejar de limpiar meticulosamente su espada con un paño, habla sin levantar la mirada.

-La corona ignora deliberadamente los problemas de la ciudad y se los pasa por el culo -murmura, su tono rezuma desdén-. Asesinatos, violaciones, niños forzados a pelear en las calles... y ustedes no hacen nada.

𝑭𝒊𝒓𝒆, 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝒍𝒐𝒗𝒆 - 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora