──𝟬𝟭. new greenie

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❝𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐀 𝐀𝐋 𝐀́𝐑𝐄𝐀, 𝐍𝐎𝐕𝐀𝐓𝐀❞

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DOS MESES ANTES




SINTIÓ UNA BRISA DE VIENTO golpear su rostro. Abrió los ojos aturdida, sin comprender lo que estaba ocurriendo. La caja ascendía sin fin y, al levantar la mirada, una luz roja se hizo visible.

La oscuridad reinaba en el lugar, el cual se movía rápidamente. Ruidos de cadenas resonaron en todo el compartimento. El elevador se remecía de un lado a otro, haciendo que se mareara. Quería llorar, pero no tenía lágrimas.

Hani, ese es mi nombre, pensó.

Era lo único que lograba recordar.

Imágenes aparecieron en su mente, todos los rostros distorsionados, no lograba distinguir ninguna cara; se veía borroso. Los minutos se convirtieron en horas. Trató de imaginarse árboles, nubes, ella corriendo por la lluvia pero... ni siquiera recordaba su apariencia, y eso estaba desesperándola.

Quería salir lo más pronto de ahí. Gritó lo más fuerte que pudo, desgarrándole la garganta pero nada pasó. El elevador se detuvo. Un fuerte sonido metálico resonó en su cabeza, una luz apareció iluminando toda la caja. Desvió la vista y se cubrió la cara con su brazo.

Vió a un chico rubio y delgado bajar, se topó con su mirada quien la observó impresionado.

—Newt, ¿qué vez? —preguntó un chico en el exterior.

—Es una chica —dijo él.

—¿Está buena?

—¿Cuántos años tiene?

















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Caminaba lentamente por el área, Alby le había explicado el funcionamiento del extraño lugar, aunque aún tenía preguntas sin resolver.

Ahora se dirigía hacia la fogata, según como le había explicado Alby, se hacía cada vez que llegaba un novato o en este caso novata.

—Ey, novata —gritó un chico, detrás de ella. El chico llegó al lado de ella, tenía rasgos asiáticos, hombros anchos y bonita sonrisa.—A ese paso jamás llegarás a la fogata.

Hani lo miró extrañada.

—Me llamo Hani, no me digas novata frunció el ceño.

—Como digas, novata —le dió una última mirada y se marchó corriendo en dirección a la fogata.

Idiota, maldeció mentalmente.

Al llegar, se sentó alejada de los demás, pues no conocía a nadie y, al ser la única chica, lo sentía incómodo.

Miraba aquellos grandes muros con detenimiento. Un bicho, color rojo pasó por delante de ella y se perdió en los árboles.

 𝓛𝗔𝗦𝗧 𝓗𝗢𝗣𝗘  ─  tmrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora