C27: Tsaheylu - parte 1 (3M)

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Marcus Fist

Un día estás discutiendo con un amigo porque quiere quitarle la cola y la trenza a un idiota, y al otro estás peleando con ese mismo idiota porque quiere tocarte de más.

¿Cómo llegué a esto? Bueno, Jake apenas escucho las palabras de Metkar se abalanzó sobre él y estuvo a nada de cortarle realmente la trenza.

Pude detenerlo ya que le quite la trenza y prácticamente me subí a los hombros del idiota para que no se lo cortará, luego trato de hacerlo con su cola y también le protegi.

Se molestó por ello pero al final se rindió de cortarselos, después de ello digamos que hablamos.

Desde entonces Jake no se aleja de mi lado cada vez que me encuentro con él, no lo hacía meramente porque lo haya perdonado, si no porque cada vez que llegaba a la frontera se ponía a gritar para que fuera con él, estaba molestando a nuestro ciclo de sueño y solo se callaba cuando iba.

Jake por ello tomo todos los turnos nocturnos en esa área y cada noche se quedaba cerca.

Metkar parecía contento, sonreía a menudo y era bastante cuidadoso conmigo, aún desconfiaba de él, por lo que siempre llevaba mi cuchillo y la pistola a mano.

Y una noche donde Norm llegó también y distrajo un poco a Jake fue que paso, volví a ser llevado cuál saco de papas y acabe dónde estoy ahora.

Con el tipo aferrado a mi cuerpo como si fuera un peluche en lo que parecía una cueva.

No trato de matarme ni nada, solo quería tenerme cerca en un abrazo de lo más extraño, parecía obsesionado con mi cuello, como si fuera algun tipo de alimento lamía y ocasionalmente rozaba sus colmillos.

Aunque le pedí que parara no lo hizo y como no causaba un verdadero daño lo deje.

Oh y claro, enfrente mío estaba esa enorme bestia que parecía una pantera de seis patas, su tamaño más grande que el de Jake, lo que solo lo hace ver mas intimidante. Según tenía entendido era compañero de Metkar y como este parecía más enfocado en ocultar mi cuerpo con el suyo extendí mi mano con la esperanza de que no fuera mordida y el grandote se acercara.

Bueno, lo hizo. Podría sonar suicida pero adoro a los animales. Crecí entre ellos, me gusta tener una conexión con estos.

Una vez se acercó me dejó acariciarlo, su piel era algo aspera, sabía que siendo el cazador más feroz en la selva sería normal. Según lo que me explicaron de su raza no servía de nada tener un arma a la mano su piel era como un chaqueño antibalas.

Me hubiera encantado que en mi mundo también fueran así... Se acomodo a nuestro lado, estirando todo su largo.

Esto era agradable, tener al menos un poco de interacción con un animal me ayudó a relajarme, claro, hasta que al idiota se le ocurrió acariciar por debajo de mi camiseta.

-tu piel es muy suave -menciono. Su mano es enorme para variar, tiene la mitad de mi pecho en ella.

-para... Esto es raro -trate de sacar su mano pero me ignoro y continuo. No he permitido que nadie me haga algo así... Esto es demasiado raro.

-eres muy bonito -dijo de la nada.

-eso es una vil mentira, ahora saca tu mano de ahí.

-me gustaría poder hacer el Tsaheylu contigo.

-pero que dices, detente, sabes que no es posible. -¿Cómo puede decir algo así tan fácilmente? Sin mencionar la diferencia de raza yo no poseo una unión con la cual hacerla... Además... En caso de poder hacerlo sería como si me eligiera como pareja y vamos, eso es imposible.

DESTINO - Jake BottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora