[EDICIÓN Y ACTUALIZACIÓN]
Un amor del pasado vuelve pero no busca recuperar lo perdido.
Ella busca ser feliz con los que ama, pero quizás ver a ese amor nuevamente la dejará con sentimientos entreverados aún más si ese hombre está con la exnovia de...
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ACTUALIDAD
NARRADOR OMNISCIENTE
Christopher y Victoria se mantenían muy juntos últimamente, y Madison se sentía intrigada por la cercanía entre ellos, al igual que la mayoría de los soldados. La misión de los Mascherano se desarrollaría unos días más tarde, y el estrés entre las diferentes tropas era un túmulo que afectaba hasta a los que no estaban involucrados.
Muy sorprendentemente, todos los capitanes estaban ideando planes de acción en los cuales se ayudarían mutuamente.
— No entiendo — habló Patrick —. ¿Por qué Victoria y Christopher se pueden saltar la reunión?
— Nadie lo sabe — respondió Dominick—. Y la verdad es que necesito un descanso.
Bratt asintió de acuerdo mientras se recostaba en su sitio y Madison le pegaba en el brazo por golpearla inconscientemente.
— Tranquila, fiera.
Patrick negó con la cabeza y golpeó su frente contra el escritorio, ver tantos planes le explotaba la cabeza.
— Debería buscar a Victoria.
Las palabras de Simón hicieron que todos en la sala lo miraran automáticamente.
Parker se levantó de su sitio y lo volvió a colocar en su lugar.
— Simón —empezó Madison.
— No es muy disimulado tu gusto por Vitto — dijo Bratt.
— La verdad es que eres pésimo disimulando — aclaró Parker.
— Debes aplicar otro plan — terminó Patrick —. No sé, volver al juego que tenías con la psicóloga.
La negativa en el castaño hizo que todos miraran hacia otro lado. La relación entre Simón y Victoria parecía casi imposible de que volviera a suceder.
— Estoy perdido — dijo Simón, resignado, lo que solo hizo que todos quisieran ahorcarlo.
Era un tonto en el amor.
Mientras tanto, en otro rincón de la central, Vitto y Christopher compartían una conversación seria. Christopher miraba a Victoria con una mezcla de preocupación y determinación.
—Tienes que ser más cuidadosa —le dijo en voz baja—. No podemos permitirnos errores ahora.
Victoria asintió, su mirada fija en el horizonte. Sabía que Christopher tenía razón. La misión de los Mascherano era crucial, y cualquier distracción podría ser fatal.
—No te preocupes —respondió ella—. Estoy lista para lo que venga.
Christopher la miró por un momento más antes de asentir.
