capitulo 2: en el sendero de los antiguos

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El sol brillaba intensamente sobre los montes de Eldoria mientras Roger y Mia avanzaban por el sendero antiguo que los llevaría hacia la cueva del oráculo. Con cada paso, el paisaje se volvía más escarpado y salvaje, alejándolos de la seguridad de su hogar y sumergiéndolos en un mundo lleno de misterio y peligro.

El sendero era estrecho y serpenteaba entre árboles centenarios cuyas ramas formaban un dosel espeso sobre sus cabezas. Las aves cantaban melodías que parecían susurros de antiguos secretos, y el aire fresco llenaba sus pulmones, dándoles fuerzas para continuar.

—Roger, ¿crees que realmente encontraremos respuestas en la cueva? —preguntó Mia, rompiendo el silencio que había caído entre ellos.

Roger, con una expresión pensativa, asintió lentamente.

—No lo sé, Mia. Pero siento que debemos intentarlo. Ese sueño... era tan real. Necesito entender qué significa y por qué lo tuve.

Mia asintió, comprendiendo la determinación de su amigo. Ella también sentía una extraña conexión con la misión que estaban emprendiendo, como si algo en su interior le dijera que era el camino correcto.

Caminaron durante horas, deteniéndose solo para descansar y comer. El paisaje se volvía cada vez más abrupto, y los peligros del bosque comenzaron a hacerse evidentes. Escucharon el aullido lejano de lobos y vieron huellas de animales grandes en el suelo. Sin embargo, su determinación no flaqueaba.

Al llegar a un claro, decidieron tomar un descanso. Mia se sentó sobre una roca y sacó un pequeño libro de hechizos que había llevado consigo. Mientras revisaba algunas páginas, Roger observaba el horizonte, pensando en el joven de su sueño.

—Mia, ¿has leído algo sobre visiones como la mía en tus libros? —preguntó Roger.

Mia levantó la vista de su libro y negó con la cabeza.

—He leído sobre sueños proféticos y visiones, pero nada exactamente como lo que describiste. Sin embargo, estoy segura de que hay una conexión entre tú y ese joven. Algo que aún no comprendemos.

Roger asintió y, en ese momento, escucharon un ruido proveniente del bosque cercano. Ambos se pusieron de pie, alerta, cuando una figura emergió de entre los árboles. Era un hombre alto, con una capa gris y un bastón en la mano. Su rostro estaba parcialmente cubierto por una capucha, pero sus ojos brillaban con una intensidad inusual.

—¿Quiénes sois y qué hacéis en estos bosques? —preguntó el hombre con voz grave.

Roger y Mia intercambiaron una mirada rápida antes de que Roger hablara.

—Somos Roger y Mia. Estamos en busca de la cueva del oráculo. Tengo un sueño que necesito entender.

El hombre estudió a los dos niños durante un largo momento antes de asentir lentamente.

—Soy Eldric, un guardián de estos bosques. La cueva del oráculo es un lugar peligroso y sagrado. Solo aquellos con un propósito claro y corazón puro pueden llegar hasta ella.

Roger dio un paso adelante, su voz llena de determinación.

—Estamos dispuestos a enfrentar cualquier peligro. Necesito saber qué significa mi sueño y cómo puede afectar mi futuro.

Eldric pareció considerar sus palabras y luego asintió de nuevo.

—Muy bien. Os guiaré hasta la entrada de la cueva, pero más allá de ese punto, dependerá de vosotros. Debéis demostrar vuestra valía y coraje.

Con la guía de Eldric, continuaron su camino. El guardián los llevó por senderos ocultos y a través de pasos estrechos que parecían imposibles de atravesar. Finalmente, llegaron a una enorme roca que bloqueaba la entrada de una cueva oscura y profunda.

—Aquí es —dijo Eldric, señalando la entrada—. Dentro encontraréis desafíos que pondrán a prueba vuestra fuerza y determinación. Pero si vuestros corazones son verdaderos, el oráculo os concederá las respuestas que buscáis.

Roger y Mia se miraron, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Con un último vistazo a Eldric, quien les dio un asentimiento de ánimo, se adentraron en la cueva.

La oscuridad los envolvió rápidamente, pero con cada paso que daban, una luz tenue comenzó a iluminar el camino. La aventura estaba apenas comenzando, y ambos sabían que lo que encontrarían en las profundidades de la cueva cambiaría sus vidas para siempre.

4o

el inicio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora